Tu Leti Ya Está Muerta Llámam Leticia Capítulo 165

Capítulo 165

Solo así podía mantenerse consciente. Por mucho que le gustara, tenía que alejarse de él.

Desde que comenzó a trabajar en Concha Capital, Leticia se fue temprano por primera vez en el sentido estricto.

Hace unos días, Leira Banes la había invitado a cenar a su casa esa noche.

Al salir de Concha Capital, Leticia se dirigió directamente al destino en su coche.

La casa de Leira Banes era una pequeña villa.

Leticia estacionó el auto.

Leira Banes la recibió con mucha alegría.

“¿No dijiste que llegarías a las seis? ¡Recién apenas son las cuatro!”, Leira Banes agarró la mano de Leticia y dijo, “¿Terminaste temprano?”

“¡Si!”. Leticia sonrió con los labios apretados y asintió con la cabeza.

Leira Banes se echó a reir: “Bien hecho, siempre pensé que Israel de los Herrera era un capitalista sin corazón, siempre haciéndote trabajar horas extras y acompañándolo a sus compromisos sociales. No entiendo por qué no lleva a su prometida, Srta. Rosé, ¿por qué te tiene que molestar a ti?”

“No hablemos de él, ¡me pongo de mal humor!”, Leticia dijo mientras abría el maletero

“No sabía lo que te gustaría comer, así que compré algunas frutas al azar”.

Leira Banes no necesitaba cosas valiosas.

Durante estos años, debido al gusto exigente de Israel, Leticia había desarrollado una gran habilidad para escoger frutas.

¡Las frutas que compró estaban deliciosas!

Leira Banes le pidió a la empleada que llevara las frutas adentro.

Luego llevó a Leticia a su pequeño jardín a ver las plantas.

A lo lejos.

El detective que había estado vigilando la villa de Leira Banes tomó muchas fotos de Leticia y Leira Banes interactuando cariñosamente y se las envió a Anastasia, su empleadora.

Anastasia tampoco estaba de ociosa.

El negocio de la familia Rosé abarcaba todo el país Z, pero no tenía mucho espacio en el país H.

Cuando se casara en el país H, también tenía un propósito: ayudar a su familia a crecer y echar raíces en el país H.

Cuando las fotos fueron enviadas.

Acababa de terminar una reunión muy difícil de llevar a cabo.

“Srta. Rosé, hay una invitada en la casa de la Sra. Banes”.

Anastasia no sintió nada cuando recibió este mensaje.

Durante estos días, Leira Banes había recibido a muchos viejos amigos y siempre había un grupo de personas todos los días. Entonces, cuando las fotos llegaron, no estaba de humor para mirarlas.

Solo echó un vistazo y estaba a punto de seguir revisando los documentos en su mano, buscando una oportunidad para colaborar.

Un momento después, su mirada volvió a las fotos, y de inmediato las abrió y amplió

En realidad, no era necesario agrandarlas. La mujer en la foto tenía una sonrisa tan encantadora que era deslumbrante.

“i¿Leticia?!”Exclamó sorprendida.

Luego, recordó la subasta en la que Leira Banes llamó a Leticia con un mensaje de voz.

Leticia…

Leticia…

¿Era esa Leticia?

Leticia no esperaba que la cena en casa de la abuela Banes fuera la que ella misma había cocinado.

No importaba el sabor.

Incluso a simple vista, se veía apetitoso.

“Abuela Banes, ¿también sabe cocinar esto?”, Leticia estaba sorprendida.

“Aprendí cuando estaba en el extranjero porque no podía encontrar la comida que quería”. Leira Banes compartió los platos con Leticia.

Leticia se apresuró a agradecer y sirvió a Leira Banes la sopa.

“¿Han estado sucediendo cosas desagradables en el trabajo estos días en Concha Capital?”. Leira preguntó mientras comía, como una abuela común preocupada por cómo le iba a su nieta en el trabajo.

Leticia mostró una sonrisa amarga.

Leira Banes entendió.

“No tienes que reprimirte tanto. Lo que dije antes sigue siendo cierto. Si quieres irte de Concha Capital la abuela te ayudará”, dijo Leira con tranquilidad.

“¡Está bien!”.

Leticia asintio y di las gracias de nuevo.

Después de tantos años junto a Taraal, debes saber lo que le gusta, ¿verdad?”. La conversación entre las dos cambió de dirección. “Más o menos”.

No era aproximado, era casi todo.

“La última vez que vi a Anastasia, oi que ella e Israel se casarian en unos dos meses”, dijo Leira lentamente.