Te regalo toda una vida de amor Capítulo 19

Te regalo toda una vida de amor Capítulo 19
Durante esos días, Camilo se quedó en el chalé Esquivel para cuidarme. En ese periodo, le pregunté:

—¿Cuándo vas a regresar a El Solar?

—¿Me estás echando? —preguntó Camilo con una sonrisa.

—Es que temo que tu esposa se enfade contigo —respondí.

—Ella es joven, así que seguido discute conmigo.

Era cierto. Ella era menor que yo. Por lo que había escuchado, ella era astuta y dominante, pero sabía diferenciar entre lo bueno y lo malo, así que no se molestaba por cualquier cosa. Si ella se topara con alguien como María, no gastaría mucha energía. En lugar de eso, enviaría a alguien que se silenciara a su rival de inmediato. Por ello, Camilo tenía pocas amigas. Por otro lado, a mí nunca me importaron ese tipo de personas y por eso la gente se aprovechaba de mí.

—Ella es joven, así que debes ser maduro y perdonarla.

Camilo sonrió con afecto, como si hubiera recordado algo.

—Nunca la he culpado—. Camilo sonreía con entusiasmo al hablar de su esposa—. Seguro se llevarán bien.

—Gracias. Eso espero—respondí antes de continuar—Camilo, deberías regresar a El Solar pronto. Estoy segura de que te extraña mucho.

—¿Qué hay de ti? Tengo que quedarme aquí para cuidarte.

—Camilo, tengo que completar una lista de cosas por hacer antes de morir. Dame algo de privacidad, por favor —dije con una sonrisa reluctante.

Le decía que se marchara porque no quería seguir perdiendo su tiempo. Camilo lo dudó por un momento y al final llegamos a un acuerdo.

—Entonces me acompañarás a una cena esta noche.

—¿Por qué de repente quieres que te acompañe a una cena?

—María piensa que es mejor que tú, así que esta noche le haré saber quién es la escoria. No rechaces mi invitación, Gina. Ella tiene que aprender lo que es el miedo. Nicolás la consintió demasiado y no te tiene ni un poco de respeto.

—No me importa.

—Pero a mí sí.

No estaba de buen humor, pero, aun así, le prometí a Camilo que lo acompañaría a la cena. Sabía que estaba tratando vengarme, pero yo ya no quería involucrarme con Nicolás. Después de todo, él protegería a María sin importar lo que hiciera. Esa era su responsabilidad como su hombre, sin mencionar que también la quería. ¿Por qué debería atender a una cena para observar cómo se preocupa por otra mujer?

Puse un poco de maquillaje en mi rostro para esconder las cicatrices en mi rostro. Luego, me puse un vestido de noche de lujo y un par de tacones dorados. Observé mi reflejo en el espejo, pensando que era encantadora y atractiva. No es por exagerar, pero no podía encontrar otra persona en Bristonia que fuera mi rival en cuanto a mi apariencia y físico. Y si había alguien con una figura como la mía, no sería el mismo caso para su rostro. Yo tenía una silueta inconfundible, ojos oscuros y una nariz aguileña. Era exquisita y no era posible que María fuera mi rival; pero, aun así, Nicolás la quería a ella.

Me sentí ridícula mientras me ponía un labial de color rojo intenso. En cuanto acabé de maquillarme, Camilo abrió la puerta y entró. Sus ojos se iluminaron en cuanto me vieron y dijo con una sonrisa:

—Siempre supe que eras hermosa, pero no sabía que eras así de delicada. Luces como una muñeca de porcelana.

—La belleza es inútil.

—Es agradable a la vista —respondió Camilo.

—Tal vez. ¿Cuándo iremos a la cena?

—Ahora mismo. La fiesta ya comenzó.

Camilo tomó mi abrigo color camello y me lo puso. Después, llegamos a la cena, en donde estaban a mitad de la fiesta. Cuando el anfitrión nos vio, se acercó a saludarnos:

—Señor Navarro, señora Esquivel, bienvenidos a mi fiesta de cumpleaños. Gracias por traer algo de resplandor a este evento.

—No es nada, señor Galván. Espero que podamos cooperar de nuevo en el futuro.

—Por supuesto. Después de todo, usted me dio un gran regalo.

La familia Esquivel y la familia Ferreiro dominaban Bristonia. Al mismo tiempo, los Navarro eran el grupo más poderoso de El Solar. En el pasado, mi madre estuvo dispuesta a regresar a Camilo con los Navarro porque él lo había pedido. Camilo era un hombre inteligente, pues sabía lo que debía tomar y lo que debía dejar atrás. Él pensaba que no era un verdadero Esquivel, así que rechazó el futuro espléndido como heredero de la familia Esquivel de mi madre. Él necesitaba su propio poder y una familia que subestimar. Regresar con los Navarro era la mejor opción para Camilo. Ahora, todos lo adulaban a él y a Nicolás, pues eran los hombres más influyentes de ambas ciudades.

Por otro lado, yo me estaba marchitando. No podía decir eso, pues fui yo quien decidió dejar la competencia. A pesar de ello, la mayoría de los invitados en la cena me reconocieron. Sin embargo, muy pocos de ellos me hablaron porque yo era distante y rara vez hablaba.

Cuando Camilo y yo pudimos pasar tiempo juntos, Nicolás acercó a María con nosotros. Después, miró a Camilo con indiferencia y se rio con sarcasmo:

—¿Eres el nuevo novio de la señora Esquivel?

Sonreí sin decir una palabra mientras Camilo rodeaba mis hombros con sus brazos y se giraba.

—Espera, Regina —dijo María y Camilo dejó de caminar de repente. Luego, se giró y le lanzó una mirada fría.

—¿Cómo le dijiste? —dijo Camilo con una expresión helada.

—Regina —respondió María, aturdida.

La expresión de Camilo cambió al reprenderla en voz alta:

—En esta fiesta, todos se dirigen a ella como la Presidenta Esquivel o señora Esquivel, pero tú tienes las agallas de llamarla por su nombre. ¿Acaso son amigas cercanas? No sobrestimes tu valor, María.  Todos en esta fiesta te consideran una simple rompe hogares y estoy seguro de que el presidente Ferreiro no te quiere tanto como crees.

El rostro de María se puso pálido. Camilo no contuvo su voz, así que todas las personas que estaban cerca presenciaron el espectáculo y escucharon claramente lo que había dicho. Todos sabían que él era un hombre con autocontrol que jamás hablaba en contra de nadie, en especial una mujer. Sin embargo, era lo demasiado inmaduro para ir contra de la prometida de Nicolás por mí.

La expresión de Nicolás no cambió; era tan fría, oscura y enigmática como de costumbre. De hecho, parecía como si no era su prometida a quien Camilo estaba humillando. María lo tomó del brazo para pedir protección, pero él solo la miró con desdén y repitió las palabras de Camilo.

—Él tiene razón. No fuiste respetuosa con los demás y nunca te has preocupado por las consecuencias. No te voy a defender hoy y eso debería servirte de lección.

El rostro de María cambió. Seguro nunca se esperó que el hombre en quien más confiaba no quisiera ayudarla. Yo también estaba sorprendida, pues creí que Nicolás la protegería. Las personas de la alta sociedad no tomarían a María en serio si Nicolás no la protegía del ojo público. En pocas palabras, había perdido su dignidad como la señora Ferreiro antes de casarse.

Justo cuando pensé que el drama terminaría y que los invitados se dispersarían mientras rumoreaban sobre ello, Camilo decidió no dejarlo pasar y su voz era como una granizo que caía fuerte sobre los invitados.

—Regina Esquivel es mi límite. Si alguien la ofende, haré que paguen, aunque eso signifique que la familia Navarro se meta en problemas. No olvidaré lo que sucedió hoy —dijo Camilo e hizo una pausa antes de continuar—. Para enseñarle una buena lección a la señora Huerta, en nombre de la familia Navarro, declaro de forma unilateral que, mientras la señora Huerta siga relacionada con la familia Ferreiro, nosotros no volveremos a cooperar con ellos. Además, cualquier empresa que coopere con los Ferreiro no podrá volver a trabajar con nosotros de nuevo, aunque sea necesario romper contratos. Espero que la señora Huerta pueda entenderlo.

Camilo hizo énfasis en la palabra «entenderlo». Darle un golpe a la economía de los Ferreiro era un ataque para María. Era el equivalente de poner a las dos familias en diferentes ciudades, en lados opuestos. Además, las familias pequeñas cercanas también resultarían afectados por la rivalidad. María era el factor que había intensificado la situación y Camilo estaba forzando a la familia Ferreiro a abandonar a María. Esa era su venganza para mí.

Nadie se esperaba que las cosas se intensificaran tan rápido y tampoco que Camilo me tuviera tanto respeto. Alcé la mirada mientras Camilo me alejaba de la fiesta con una sonrisa cálida. A él no le importaba la expresión sombría de Nicolás en lo absoluto. Cuando nadie estaba cerca, suspiré y dije:

—No tenías que atacarla.

Camilo se encogió de hombros y dijo:

—Escuché e investigué sobre el drama entre ustedes. Ella se metió contigo y nunca voy a perdonarla. Puedes creer que es innecesario, pero antes de que te vayas de este mundo, le haré saber a todos que eres alguien a quien deben respetar, Gina.

La voz de Camilo se quebró mientras hablaba. Me observó con sus ojos rojos, extendió su mano y acarició mi mejilla con cautela.

—Aunque hace años que no nos veíamos, mis sentimientos por ti siguen presentes cuando hablamos. Yo soy tu hermano y tú eres mi hermana. Cuando mamá falleció, quería venir aquí a buscarte porque sabía que estarías triste. Pero siempre me rechazaste y no sabía a lo que le temías. ¿Cuánto tiempo pensabas escondérmelo si no hubiera tomado la iniciativa de buscarte?

¿A qué le temía? Camilo me contactó cuando mis padres fallecieron, pero rechacé su amabilidad porque entendía que él tenía a la familia Navarro y sus responsabilidades que atender. Temía depender de él como mi único apoyo. Además, sabía que las cosas no cambiarían si Camilo me visitaba. También tenía miedo de que él me dejara después de darme su calor, así que lo rechacé. Pensé que si comenzaba a aceptar su apoyo, dependería demasiado de mi hermano.

Al final, respondí con agradecimiento:

—Gracias, Camilo.

El lugar estaba muy iluminado, pero nosotros estábamos en lo oscuro. Él lo dudo por un rato antes de preguntarme en un tono suave y los ojos llorosos:

—¿Estás segura de que tu enfermedad es incurable, Gina?

—¿Crees que bromearía sobre mi enfermedad?

De pronto, Camilo me abrazó y rompió en llanto.

—Lo siento. Perdón por no encontrarte antes. Lo siento, Gina. Lo siento por tu madre, pues nunca te protegí como ella me lo pidió.

—¿Puedes hacer algo por mí, Camilo?

—Dime, por favor. Y considéralo hecho.

—Tengo una amiga en la cárcel…

 

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Te regalo toda una vida de amor (Nicolás Ferreiro)

Te regalo toda una vida de amor (Nicolás Ferreiro)

Score 9.2
Status: Ongoing Type: Author: Artist: Released: June, 6, 2023 Native Language: Spanish
Content
  • Te regalo toda una vida de amor (Nicolás Ferreiro)
En secreto, estuve enamorada de Nicolás Ferreiro durante nueve años e incluso cuando era adolescente, solía seguirlo a todos los lados. Cuando crecí, acepté convertirme en su esposa, sin embargo, en nuestra relación nunca hubo amor o piedad, ni siquiera cuando le pedí el divorcio y puse la influencia de mi familia en juego, cambió su trato hacia mí. Para mi mala suerte, él tampoco recordaba a aquella niña temerosa y precavida que lo seguía. Así que, tuve que divorciarme para comprender que durante todo ese tiempo, mi amor por él no era correspondido, porque la persona a la que en realidad había amado de aquí a la luna, jamás fue él; al parecer, estuve equivocada desde un principio.

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