Te regalo toda una vida de amor Capítulo 171

Te regalo toda una vida de amor Capítulo 171
A Santiago le preocupaba que me enfermera porque el clima estaba muy frío y dejó de provocarme; en su lugar, se fue a preparar la cena. Me senté a su lado mientras miraba el cielo nocturno con el telescopio, antes de desviar mi atención otra vez a él; Santiago era la única persona que hoy en día me importaba y se veía deslumbrante con las estrellas brillando atrás de él. En ese momento deseé que pudiéramos permanecer así por el resto de nuestras vidas.

Con el tiempo me había convertido en una persona positiva y pensaba que podríamos lidiar con todo lo que se atravesara en nuestros caminos, pero me olvidaba de un pequeño detalle: la realidad siempre es diferente a nuestros sueños y esperanzas. Al final del día, me sentí muy decepcionada porque no pudimos ver las auroras boreales, pero Santiago sugirió que nos quedáramos dos días más; de inmediato acepté su idea, sin embargo, no pudimos completar el plan porque me dio temperatura.

Rápidamente me llevó al hospital más cercano y cuidó de mí durante dos días, luego, consiguió un helicóptero y nos llevaron de regreso a Eldamia. Una vez ahí, también fui internada, pero en eso Santiago tuvo que irse a Europa de manera urgente porque según lo que dijo Lucas, hubo una conmoción por ahí; la realidad es que no entendí lo que quiso decir, ni tampoco conocía mucho sobre la vida de Santiago.

Mientras tanto, mi fiebre no mejoró y terminé pasando dos semanas en el hospital. En todo ese tiempo Santiago no regresó, ni tampoco me contactó, y siempre que le enviaba un mensaje me respondía con las mismas cuatro palabras:

«No te preocupes, regresaré».

En esas dos semanas también recibí muy malas noticias, por ejemplo, Nicolás compró una empresa pequeña que iba a cooperar con nosotros y de pronto, cancelaron la colaboración; luego, otras familias hicieron lo mismo. Y como si eso no fuera suficiente, nuestro negocio comenzó a tocar fondo, a pesar de que en algún momento fuimos de las empresas más fuertes del país durante siglos. A pesar de mi estado de salud, permanecí en el trabajo, pero las noticias que seguían llegando no eran mejores.

Sabía que los Genova eran mi única salvación, pero no quería molestar a Santiago, ni tampoco quería que su madre me menospreciara por esta situación; lo último que deseaba era verme como alguien que solo molestaba a los demás porque necesitaba ayuda. Justo cuando creí que no había manera de rescatar a mi familia, mi supuesta madre me llamó de un número desconocido. Pegué el teléfono a mi oreja mientras apoyaba mi cabeza en el escritorio de la oficina.

—¡Deja a Santiago Genova o no ayudaré a tu familia! —insistió con frialdad.

Me confundí en el momento en que mencionó a Santiago.

—¿Cómo supo que estamos saliendo? —pregunté.

—Es obvio, ¿crees que estoy idiota?

Su tono de voz encendió una alarma en mi cabeza y pensé qué había gato encerrado. Mientras trataba de entender la situación, volvió a amenazarme:

—¡Esta es mi última advertencia! Si no terminas tu relación con Santiago, haré que todo lo relacionado con tu familia desaparezca de Eldamia y ya no tendrás nada. Te quedarás sola…

Antes de que terminara de hablar corté la llamada. Ella era una buena madre, pero también una persona perspicaz. ¿Por qué quería apuñalarme por la espalda ahora que Nicolás estaba lejos de mí? ¿Acaso era mi madre biológica?

«No, jamás la reconoceré como mi madre», pensé para mis adentros.

Dejé el teléfono a un lado antes de que llamaran a mi puerta; se trataba de mi asistente.

—Presidenta Esquivel, ¿puedo entrar? —preguntó.

En ese momento me dolía la cabeza y tenía los ojos cerrados.

—Claro, pasa —respondí.

Gabriel estaba ahí para informarme sobre los últimos informes de la situación.

—Presidenta Esquivel, ya no tenemos tantos fondos para seguir aguantando, aunque la mayoría de las familias pagaron sus multas por rescindir el contrato, esto causó una controversia más grande porque no se sabe que ocasionó que se fueran. Esto está arruinando nuestra reputación y las acciones de la empresa comenzaron a caer; y se espera que esto siga sucediendo en los siguientes días. Máximo, nos quedan cinco.

—¿En serio ya no podemos hacer nada? —murmuré.

—Presidenta Esquivel, el principal problema es que el señor Ferreiro conoce a nuestra empresa a la perfección.

Las palabras de Gabriel me habían arrebatado mi última esperanza, pues tenía razón, si la persona que quería arruinarnos no fuera Nicolás, la situación sería muy diferente para nosotros. Después de todo, ese hombre alguna vez había sido cercano a mí y yo misma le entregué la compañía, por lo que no era sorpresa que conociera todas nuestras debilidades; Nicolás sabía cómo acabar conmigo de un solo golpe.

En ese momento recordé la conversación que había tenido con Joel por teléfono y habló sobre el altruismo de Emilia y que regalar lo que ya no podíamos proteger, era mejor que aferrarnos a él. Con eso en mente, pensé que tal vez había llegado el fin de nuestra empresa y que yo misma debía hacerlo con dignidad. Así que, sin más preámbulos, le conté a Gabriel lo que tenía en mente y le pedí que se llamara a una organización benéfica antes de publicar el comunicado en nuestro sitio oficial.

—Presidenta, ¿está segura de que lo que quiere hacer? Una vez que se publique la noticia, no habrá vuelta atrás, será el final de la empresa.

Claramente yo estaba dudando, pero tuve que ser honesta con Gabriel:

—Sí, tengo que hacerlo porque ya no puedo protegernos.

Ya no podía cuidar de los Esquivel, pues el enemigo no era otro que Nicolás Ferreiro y lo que él quería era que cediera y le suplicara, pero jamás lo haría, no me importaba si mi decisión llevaba a mi familia a la quiebra, además, era la mejor manera de poner un fin a todo lo que había entre nosotros. Por otra parte, Gabriel no trató de convencerme y se fue para ponerse en contacto con la organización que le dije; al mismo tiempo, empecé a escribir el comunicado que sería publicado sobre la entrega de todos nuestros bienes.

Pronto, Gabriel regresó a la oficina y preguntó:

—¿A quién debería llamar?

«¿Quién podría hacerse cargo de la empresa?».

Pensé en varias posibilidades, pero por más vueltas que le di, Nicolás era la única persona que creía capaz de lidiar con la compañía.

—Llama a Nicolás Ferreiro.

Me sentía abrumada por la situación, así que tomé mi bolso y me fui. Una vez en mi auto, dejé que toda pena y frustración saliera a través de las lágrimas y así estuve durante un rato; de hecho, al final me costaba trabajo recuperar la compostura pues era mucho el dolor en mi corazón. Siempre me había sentido muy orgullosa de la familia Esquivel, sobre todo porque siempre tuve su apoyo y me ayudaron a crecer como persona, pero me dolía que, en tan solo unos días, todo aquello que ellos me habían heredado, desaparecería. Lo peor era que yo era la única culpable, porque me faltó capacidad para mantener a una empresa tan grande.

Luego de un rato conduje de regreso al apartamento. Durante la noche, vomité varias veces y lo mismo sucedió durante el día siguiente; entonces, tuve la sospecha de que podría estar embarazada y fui a la farmacia más cercana para comprar una prueba; me sentía emocionada y al mismo tiempo preocupada. Tras unos instantes, ¡la prueba mostró dos líneas! ¡Estaba embarazada! Esa era la mejor noticia que había recibido en todos esos días, ¡lo mejor era que creí que jamás podría convertirme en madre, pero aquí estaba mi milagro! La emoción se apoderó de mí y lloré dentro del baño durante un largo rato.

También quería darle la buena noticia a Santiago, así que lo llamé en varias ocasiones, pero la llamada nunca se conectó. Al final, decidí esperar hasta que él me llamara. Durante la espera, no podía evitar imaginar si el bebé sería niño o niña y me preguntaba si se parecería más a Santiago o a mí; aunque para ser sincera, deseaba que el bebé no heredara su carácter, ya que las personas podrían sentirse intimidadas por un niño tan serio.

«¿Cómo deberíamos llamarlo?», pensé.

La idea de llamar a un niño Santiago me emocionada bastante, ya que gracias a él estaba recibiendo el mejor regalo; este bebé era nuestra bendición. Una vez más, las lágrimas comenzaron a rodar por mis mejillas. Estaban sucediendo tantas cosas en mi vida que no podía evitar ponerme sentimental.

Después de horas llenas de pensamientos aleatorios y de emociones encontradas debido a mi embarazo, recibí una llamada de Santiago.

—Mayra —pronunció con voz grave al otro lado de la línea.

—¡Santiago, tengo buenas noticias para ti! —dije emocionada.

 

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Te regalo toda una vida de amor (Nicolás Ferreiro)

Te regalo toda una vida de amor (Nicolás Ferreiro)

Score 9.2
Status: Ongoing Type: Author: Artist: Released: June, 6, 2023 Native Language: Spanish
Content
  • Te regalo toda una vida de amor (Nicolás Ferreiro)
En secreto, estuve enamorada de Nicolás Ferreiro durante nueve años e incluso cuando era adolescente, solía seguirlo a todos los lados. Cuando crecí, acepté convertirme en su esposa, sin embargo, en nuestra relación nunca hubo amor o piedad, ni siquiera cuando le pedí el divorcio y puse la influencia de mi familia en juego, cambió su trato hacia mí. Para mi mala suerte, él tampoco recordaba a aquella niña temerosa y precavida que lo seguía. Así que, tuve que divorciarme para comprender que durante todo ese tiempo, mi amor por él no era correspondido, porque la persona a la que en realidad había amado de aquí a la luna, jamás fue él; al parecer, estuve equivocada desde un principio.

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