Te regalo toda una vida de amor Capítulo 168

—¿Cuántos años tienes? —pregunté.

—Soy solo tres años mayor que tu hombre.

Fruncí mis labios y pregunté:

—Entonces, ¿ya cumpliste los treinta?

Dante reveló una expresión un poco tímida al mismo tiempo que preguntaba:

—¿Eso se considera estar viejo?

—Adivina cuántos años tiene Emilia —mencioné.

Dante lo consideró por un momento antes de adivinar:

—¿Veinte?

—Aunque tuviera veinte, ¡seguiría siendo diez años mayor que tú! ¡Eres un asaltacunas! Además, estoy segura de que no podrías jugar con los sentimientos de una chica tan joven, ¿cierto? Si buscas algo serio, una vez que llegues a la fase de conocer a sus familiares, ¿crees que sus padres van a aprobar de esta relación? No creo que quieran un yerno tan viejo.

Dante se tocó su nariz con incomodidad y dijo:

—Solo me causa curiosidad y tengo una buena impresión de ella. ¿Por qué estás mencionando todo eso…?

—Aparte, ¡Emilia luce como de quince años!

—¿Es así de joven? —preguntó Dante con una expresión de sorpresa.

Negué con la cabeza y expliqué:

—No, solo era un decir. Pero sí es menor de edad. Cumple dieciocho el siguiente año.

—Es demasiado joven —lamentó Dante.

No me molesté en responderle. De pronto, Dante se comportó de forma infantil y me quitó el teléfono de la mano antes de salir corriendo de la casa. Fui detrás de él y lo encontré parado en la nieve sin su chaqueta, con la cabeza agachada mientras tocaba mi teléfono. Solté un suspiro y murmuré:

—Aquí va otra persona enamorada.

A decir verdad, después de prestar atención con el paso del tiempo, me di cuenta de que algo irrevocable debió suceder entre Emilia y Cristóbal. De lo contrario, Cristóbal no habría seguido detrás de ella sin tener en cuenta su imagen, a pesar de que Emilia dijo que no era la gran cosa y que no le importaba. No intenté insistir con ese asunto para encontrar la situación verdadera. También me contuve de indagar al respecto. Solo esperaba que cada persona que entrara a mi vida pudiera vivir bien y que obtuvieran la relación que buscaban.

En menos de dos minutos, Dante regresó a la casa y me arrojó el teléfono. Parecía estar de mal humor. Atrapé el teléfono en mi mano y entré a WhatsApp. Después, vi el mensaje que Dante le había enviado a Emilia.

«¿Te gustaría venir a visitar Finlandia?»

«Claro. Te hablo después» contestó Emilia.

«Dante está aquí también» respondió Diego.

«Sí, lo sé. Me llamó anoche. Ese hombre es muy molesto. Anoche le dije que iría a dormir, ¡pero él siguió con la conversación sin parar y se comportaba como si yo fuera su novia! Mi hermano en el balcón usando mi teléfono y se acercó para preguntarme si estaba saliendo con alguien en ese momento. ¡Por Dios! Aunque estuviera en una relación, ¡no saldría con un hombre de su edad! ¡Buscaría a un chico de mi edad!»

No pude evitar estallar de risa cuanto leí los mensajes de Emilia y vacilé a Dante:

—Ella también piensa que eres demasiado viejo.

Emilia parecía estar muy consciente de la diferencia de edad entre ellos. Siempre había mantenido su distancia con Cristóbal e incluso lo llamaba tío Cristóbal. Después de todo, él era un hombre de voz suave que yo había idolatrado durante mi adolescencia y enterarme de que una chica de diecisiete lo llamaba así me impactó bastante. Sentí que estaba imaginando cosas en ese momento.

Mientras tanto, Dante volteó los ojos y me amenazó:

—Te iba a contar más sobre Santiago, pero creo que no tienes interés en saberlo, ¿eh?

Cedí en cuanto lo escuché y dije:

—De acuerdo, lo siento.

Dante estaba bastante molesto y ni siquiera quería hablarme sobre el pasado de Santiago. Se quedó en el sofá, enfurruñado por un largo rato. Cuando llegó el mediodía, me dirigí a la cocina para preparar el almuerzo. Él comió un poco de lo que preparé y después salió de la casa sin mirar atrás.

«¡¿Acaso solo vino a comer?!»

Eran casi las nueve de la noche cuando Santiago me envió un mensaje.

«¿Dante te llevó de turismo hoy?»

«Pues, estuvo aquí… pero se fue muy abatido» pensé.

«Sí vino, pero Emilia hirió sus sentimientos y se fue después de eso. Me quedé en casa y vi algunas series para pasar el rato» respondí.

«¿Emilia?» respondió Santiago después de un rato.

Seguro se refería a cómo Emilia pudo haber lastimado los sentimientos de Dante. Le envié un emoji de risa y respondí:

«Dante me quitó el teléfono para enviarle mensaje a Emilia y ella pensó que era yo quien le escribía, así que se quejó de cómo Dante interrumpió su sueño anoche. También mencionó que ya estaba viejo»

No me alegraba el sufrimiento de Dante, pero la situación me parecía graciosa. Yo le había dicho que era un asaltacunas y no pareció importarle, pero Emilia dijo lo mismo y lo avergonzó. Santiago parecía estar muy ocupado, así que le tomó un rato contestarme.

«A Dante le parece interesante y por eso siente curiosidad por ella»

Una vez que un hombre sentía curiosidad por una mujer, no tomaba mucho para que se enamorara de ella. Era muy probable que Dante se enamorara de Emilia.

«Emilia es una chica muy inteligente» respondí.

Santiago ya no me respondió después de eso, pero, poco después de eso, recibí un mensaje de Dante que decía:

«Vamos a recoger a esa chiquilla mañana»

Aproveché la oportunidad para preguntar:

«¿Qué hay del pasado de Santiago?»

«Mañana te lo diré todo en el camino»

Ambos teníamos algo que el otro tenía interés en descubrir. Después de eso, dejé mi teléfono y me fui a la cama. Al día siguiente, me desperté y me di cuenta de que Dante ya estaba en la mansión. Bajé las escaleras en pijama y me sorprendí al verlo.

—¿Por qué estás aquí tan temprano?

Dante ya no llevaba esa camisa llamativa rosa del día anterior. En lugar de eso, se había puesto una camisa blanca junto con un traje elegante.

—¿Llegué muy temprano? Emilia acaba de subir a su avión.

Entonces era el momento ideal para que saliéramos al aeropuerto. Subí las escaleras para ponerme un poco de maquillaje y después me puse un suéter blanco junto con unas mallas de color piel y un par de botas largas. Tomé mi chaqueta marrón de plumas y bajé las escaleras, en donde escuché a Dante decir con impaciencia:

—¡¿Por qué las mujeres tardan tanto en maquillarse?

—Solo me puse un poco —me defendí.

Dante era bastante perceptivo y dejó de quejarse cuando me escuchó. Una vez en el auto, sentí curiosidad y le pregunté cosas sobre Santiago. Él sonrió con suficiencia y me preguntó:

—Adivina en dónde está el campamento base de Santiago.

—¿No está en Eldamia? —pregunté con el ceño fruncido.

—Ese es el de los Genova —respondió Dante.

«Entonces, ¿la familia Genova y Santiago son dos conceptos diferentes?»

En ese momento, Dante notó mi confusión y respondió con calma:

—El enfoque de Santiago está en Europa. ¿Conoces a Raúl Meza?

Mi asistente me había mencionado antes que todas las propiedades de Raúl Meza estaban en Europa, así que asentí y respondí:

—He escuchado de ese hombre.

Cuando miré por la ventana, noté que estaba nevando fuerte afuera. Mientras Dante manejaba, explicó:

—Hay dos grandes empresarios en Europa. Uno de ellos es Raúl Meza y el otro es Santiago. Pero, a comparación de Santiago, Raúl no tiene ningún respaldo en casa para sostener su negocio, así que no es tan poderoso como Santiago. Aun así, ambos son difícil de entender y se les considera parte del lado oscuro.

«¡¿A qué se refiere con ser parte del lado oscuro?!»

Me llené de curiosidad y se lo pregunté a Dante, pero, de repente, él me hizo una pregunta:

—¿Alguna vez has visto a Santiago matar a alguien?

—Yo…

Lo había visto dándole instrucciones a alguien para matar a una persona. Dos días antes, yo había sido el blanco de alguien y terminé en el lago; él dio instrucciones para matar a esa persona para vengarme. Agaché la mirada y dije:

—No, nunca he visto eso.

—Entonces no has experimentado la crueldad de ese hombre.

En cuanto dijo eso, Dante recibió una llamada y sonó la voz preocupada de Lucas.

—Dante, atacaron a Santi.

Me sentí ansiosa en ese momento y pregunté:

—¿Está herido?

Lucas se quedó pasmado por un momento y luego dijo:

—¿Regina está ahí también?

Dante no respondió a su pregunta y dijo en un tono calmado:

—¿En dónde está Santi?

—Te enviaré su ubicación de inmediato.

Lucas terminó la llamada de inmediato y le envió la ubicación a Dante al instante. Él hizo una llamada para conseguir un helicóptero, pero no se incluyó para el viaje a Napres. En lugar de eso, consiguió a algunos hombres para que fueran conmigo y trajeran a Santiago de vuelta a Finlandia.

—¿Y qué si no puedo encontrarlo? —pregunté con preocupación.

—Tú eres la mujer de Santiago, así que, eventualmente, tendrás que aprender a quedarse a su lado y luchar junto con él —dijo Dante de modo alentador.

—Dante, ven conmigo…

Santiago mostró una sonrisa y rechazó mi petición.

—Tengo que ir a recoger a mi mujer.

«Su mujer… ¿Se refiere a Emilia? ¡Es tan descarado y egocéntrico!»

Salí del auto y me quedé parada en la nieve mientras esperar al helicóptero. Estaba muy preocupada en ese momento, pero, por fortuna, los hombres de Dante llegaron rápido. Justo cuando el helicóptero estaba por partir, uno de los hombres recibió una llamada. Era Tanya, quien indicó de forma severa:

—Quien sea que la saque de Finlandia no tendrá permitido regresar a la familia Hayes.