Tu Leti Ya Está Muerta Llámam Leticia Capítulo 188

Capítulo 188

Él se dirigió al cuarto donde descansaba Leticia.

Leticia y Dulcia dormian juntas.

Fue con cuidado, la tomó en brazos y la llevó a otra habitación.

Después de lo que había ocurrido la noche anterior, Leticia no dormía profundamente.

Cuando Israel entró a la habitación, ella se desperto.

Sin embargo, le preocupaba que despertar a Dulcia sería incómodo.

Cuando salieron de la habitación, ella abrió los ojos: “¿Tú… puedes dejarme?, Puedo caminar por mi cuenta”.

Su voz había mejorado un poco, pero todavía sonaba ronca.

“No”. Israel rechazó su petición, insistió en llevar a Leticia a otra habitación, la colocó con cuidado y se sentó a su lado.

La inflamación de su cara había bajado, pero aún estaba amoratada.

“¿Cómo están las cosas con la familia Rosé…?”

“Leticia”. Israel la interrumpió.

Leticia lo miró: “¿Qué pasa?”

“Cuando tu cara mejore, elijamos un día y nos casemos”. Israel dijo lentamente.

Leticia se quedó petrificada.

“¿Lo dices en serio?”

Israel sostuvo su mejilla, se le acercó y le dijo: “Dije que nos casaremos”.

“Bromeas, tú y Anastasia …”

“En poco tiempo, ella terminará nuestro compromiso por iniciativa propia”. Israel dijo fríamente.

Leticia seguía desconcertada.

¿Había Israel… acabado de pedirle matrimonio?

“¿Cuál es esa expresión?” Israel pellizcó suavemente su barbilla, “¿No quieres casarte conmigo?”

“Pero, ¿por qué?” Preguntó Leticia desconcertada.

Él había advertido que no debía tener pensamientos indebidos sobre él.

Israel: “…”

“¿Por qué crees que un hombre quiere casarse con una mujer?”, Preguntó con el ceno fruncido.

“Pero no soy una heredera adinerada, ¡mis ahorros ni siquiera son suficientes para comprarte un solo par de diamantes!”

“Es cierto, ¿qué está pasando? ¿Por qué quiero casarme contigo?” Israel se acercó a Leticia, la besó en los labios y le dijo: “En unos días, acompaña a Leira Banes

a Valle San Rafael, cuando vuelvas, todo aquí debería estar resuelto”.

El corazón de Leticia latía con fuerza.

La razón le decía que no debería continuar con esto.

Pero sus sentimientos…

De repente, Leticia recordó a los dos bebés que había visto cuando estaba al borde de la muerte.

Para un niño, ¡tener padres amorosos y una casa completa es lo mejor!

“Esperemos a que resuelvas tu compromiso con Anastasia”.

Si realmente terminaba su compromiso, ella podría creer en su sinceridad.

En ese momento… ”

Le diría a él que está embarazada.

Pensando en lo apasionado que había estado Israel últimamente con respecto a los niños, Leticia estaba segura de que estaría muy feliz.

“¿Estás bastante orgullosa?”

Israel le sujetó la barbilla y le dio otro beso.

“Hagas lo que hagas, no tomes riesgos extremos, ¿me oyes?” Leticia seguía preocupada por la confrontación entre Israel y la familia Rosé. “Tranquila”.

A la mañana siguiente, antes del amanecer, israel salió de nuevo.

En los siguientes tres o cuatro días, siempre salía temprano y regresaba tarde.

Leticia, por otro lado, estaba bien cuidada dentro de la mansión, disfrutando de comidas y atenciones.

Hasta que Leira Banes enterró a Linde y regresó a Ourenca.

Esa misma noche, Leira Banes llamó al auto para llevarse a Leticia en un avión privado a Valle San Rafael.