Tu Leti Ya Está Muerta Llámam Leticia Capítulo 187

Capítulo 187

Las manos de Anastasia temblaban.

Miraba a tsrael, tratando de ver a través de él.

Algo andaba mal…

¿Por qué de repente quería decirle que le daria a ella el poder de cancelar el compromiso?

“Ya dije todo lo que tenía que decir, ¿tienen algo más que decir?”, dijo Israel levantándose.

Cindia frunció el ceño: “¿A dónde vas? ¡El asistente de Efrain está en un avión hacia el país H!”

“Si él necesita verme, que reserve una cita en la empresa”, dijo Israel, y sin detenerse más, salió rápidamente.

Anastasia se veia desorientada,

Cindia la consoló un poco, luego salió corriendo tras Israel.

“Israel, ¿qué pretendes hacer? ¿De verdad vas a ofender a la familia Rosé y romper el compromiso?”

Aunque Israel habia estado actuando muy loco últimamente, Cindia conocía a su hijo lo suficiente como para saber que no afectaría su compromiso con Anastasia.

Pero ahora…

Cindia ya no estaba tan segura.

“¿Por qué iba a romper el compromiso?”, dijo Israel sonriendo a su madre, “Sólo hará que Anastasia lo cancele por su cuenta”.

Cindia sintió un aire de conspiración.

“¿Qué… que vas a hacer?”

“No te preocupes, madre. Haré que los intereses de los Herrera y Concha Capital sean prioritarios y no dejaré que los Herrera y Concha Capital se vean perjudicados”, dijo Israel, haciendo una pausa. Luego levantó la mano para ajustar el broche de diamantes torcido de Cindia. “Por cierto, escuché que de repente compraste algunas cosas sucias en el mercado negro”.

Cindia sintió un escalofrio.

Lo que llamaba cosas sucias eran un grupo pagados de bateadores.

Cindia siempre creyó que estaba haciendo todo de manera encubierta, pero nunca sospechó que Israel ya lo sabía.

**Sólo quería unos cuantos guardaespaldas más!”, se defendió Cindia.

Israel la miró sin emociones: “Si necesitas guardaespaldas, ¿por qué no me lo dices directamente y te enviaré algunos?”

“No… ¡no es necesario!”

“¿Crees que te estoy dando una opción?”, preguntó Israel.

Cindia se sintió asustada de repente.

De repente, no pudo ver a su hijo como el niño que siempre pedía abrazos en su infancia.

“Decir que harás que los intereses de Concha Capital y los Herrera sean prioritarios… Me parece que ahora estás poniendo los intereses de Leticia en primer lugar ¿no es cierto?”, se burló Cindia. “Hijo, ¿puedes distinguir realmente entre lo que quieres de Leticia o Fernanda?”

Israel no respondió.

Viendo esto, Cindia intentó agravar a Israel de nuevo.

Pero Israel habló primero: “¿Importa?”

Cindia se quedó paralizada.

“Todo lo que quiero es que se quede a mi lado para siempre. Nada más importa”.

Después de decir esto, Israel se fue sin más, dejando a Cindia sola.

Después de que Israel se fue, el asistente de Rosé, Efrain, llegó a la familia Herrera.

Cuando supo que Israel no entregaría a Leticia, fue directamente a los Herrera.

No sabía qué había pasado, pero esa misma noche, el asistente salió asustado del país H.

En cuanto al paradero de Eric, alrededor de medio mes después, alguien encontró a un loco desnudo con un solo ojo en un canal de aguas negras.

Esa noche, Israel volvió a la mansión después de un largo día de trabajo.

“Sr. Herrera, la-Srta: Ferminez y la Sra. Méndez ya se fueron a dormir”, dijo el anciano mayordomo, tomando el abrigo de Israel.

Israel estaba helado por el frio del invierno.

“¿Cómo estaba el apetito de la Srta. Fermínez hoy?”, preguntó Israel.

“Con la Srta. Méndez aqui, la Srta. Ferminez parecia muy feliz y comió bastante en el almuerzo y la cena”, respondió el mayordomo. “Está bien”.

Israel asintió en respuesta.