Te regalo toda una vida de amor Capítulo 29

Te regalo toda una vida de amor Capítulo 29

Ver a María destrozada me recordó al pasado, cuando solía tenerle envidia y celos porque Nicolás le daba toda su ternura a ella. En ese entonces, no sabía que el hombre con quien había hablado hace nueve años era diferente al que conocí más tarde. Puse toda mi dedicación en Nicolás y de forma ingenua pensé que incluso si no había amor en el matrimonio, al menos habría respeto mutuo. Creí que él me cuidaría como un buen esposo. Al pensar en mi enamoramiento a través de los años, sentí mucha ironía en ese momento.

—¿Qué es lo que intentas decirme? —pregunté.

Me encontraba en las escaleras y me agaché. Mis ojos estaban al mismo nivel que los de María, pero, por alguna razón, ella retrocedió. Sonreí con confusión y pregunté:

—¿Me tienes miedo?

María cerró sus ojos y dijo:

—Eres deslumbrante.

—¿Eh? Eso no es algo que deberías decirle a tu rival.

María era la mujer que Nicolás amaba, así que tenía sentido que fuera bella, tuviera una figura fantástica y un buen sentido de la moda. En ese momento, ella llevaba un vestido blanco, la cual la hacía ver inocente e inofensiva, escondiendo sus maldades del pasado.

Pero yo seguía siendo más linda que ella. No era una exageración; mi rostro y mi cuerpo eran los mejores, así que podía llamar la atención de todos de inmediato. Me aproveché de mi belleza y, en el mundo de los negocios, era como un pato en el agua antes de casarme. Fue cuando me casé con Nicolás que mi familia entró en crisis porque él fue en contra de la familia Esquivel en privado. Aun así, el Corporativo Esquivel seguía siendo una grande empresa. De lo contrario, el presidente Ferreiro no siempre nos estuviera presionando a mí y a Nicolás para casarnos. Él quería apoderarse del Corporativo Ferreiro, lo cual era suficiente para que los Ferreiro despreciaran a sus colegas si lo conseguía.

—Hablo en serio. Eres deslumbrante.

María sostenía un paraguas de flores exquisito. Las gotas de lluvia caían sobre él y después hacia el patio. Apreté los labios y sonreí, sin responder a sus palabras. Ella agachó la mirada y dijo:

—Regina, cuando apareciste en la vida de Nicolás hace tres años, enseguida supe que lo perdería ante ti, porque eres deslumbrante. Era una unión injusta para ti porque la familia Ferreiro era más débil que la familia Esquivel. Sin embargo, de igual manera aceptaste el matrimonio. Tu carácter y estatus se complementan y nadie logrará esa perfección.

—¿Viniste aquí solo para alagarme? De ser así, puedes irte ya —dije con impaciencia.

—Eres perfecta, pero no siempre puedes obtener lo que quieras. Ni siquiera tienes un cuerpo saludable —dijo María con un tono nervioso.

Me levanté poco a poco y la miré con frialdad antes de recordar:

—Di una cosa más y no te voy a dejar en paz.

—¿Acaso me sacarás de Bristonia? —preguntó María.

Me quedé en silencio. Ella sonrió y dijo:

—Por mí está bien. Nicolás nunca se casará conmigo, así que no hace ninguna diferencia si me voy.

Nunca dije que la iba a sacar de Bristonia. Ella tenía una imaginación excelente. Su actitud positiva me desagradaba. Fruncí el ceño con impaciencia y la escuché decir con reluctancia:

—Debo admitir que Nicolás te ama. Por eso, estoy dispuesta a dejar de pelear contigo por su afecto.

—¿Estás molesta? —pregunté con sorpresa.

Aunque ella dejó Bristonia bajo mi presión hace tres años, la María que conocía no era una mujer que se rendía fácil. De lo contrario, no habría regresado a Bristonia tres años después. Observé el cielo nocturno y no le respondí.

—Él de verdad te ama.

—No creo que te estés rindiendo sin otra intención oculta. Seguro estás intentando actuar débil frente a mí y después le dirás a Nicolás que nunca te respeté. Vas a fingir ser una persona débil, que se deja molestar fácil para poder ganar empatía de los demás.

—Maldita…

María estaba enfureciendo. Su rostro lucía cenizo bajo la noche lluviosa. La miré con desdén y dije:

—Nunca captas la indirecta. Si lo hicieras, Camilo nunca te hubiera insultado frente a todos hace tres años —dije antes de hacer una pausa y corregirme a mí misma—. Espera, me equivoqué. ¡Tú te estabas aprovechando de Nicolás! Ahora que él no quiere casarse contigo, vienes conmigo con humildad. Eres muy predecible, ¿sabías? Déjame adivinar. Contrataste a alguien para que se escondiera cerca y grabara nuestra confrontación. Ese era un tema común en las películas. Estás intentando actuar como una persona débil para provocarme a lastimarte y para luego publicarlo en las redes.

María pensó que yo era un libro abierto. Y además, uno ignorante. Un libro del cual aprovecharse. Pero yo era una persona vengativa.

María pensó que yo era un libro abierto. Y además, uno ignorante. Un libro del cual aprovecharse. Pero yo era una persona vengativa.

El rostro de María se sonrojó de ira y lucía como si su plan hubiera quedado expuesto. Después, comenzó a insultarme:

—¡No seas tonta, Regina! ¡Nicolás jamás amará a una mujer moribunda como tú! Ni siquiera Cristóbal te amará. ¡Siempre serás una mujer tonta que nadie va a amar!

Bajé las escaleras con asombro antes de tomarla de la muñeca y preguntarle:

—¿Cómo sabes que amo a Cristóbal? ¿Quién te dijo eso?

María me miró de forma lamentable. De pronto, soltó el paraguas en su mano, así que quedamos expuestas ante la fuerte lluvia. Nos empapamos al instante y lucíamos patéticas. Pero eso no me importaba. Solo quería saber cómo se enteró de que amaba a Cristóbal. Incluso, Nicolás se enteró después de que yo regresara a Bristonia. ¿Quién había contado el secreto?

María seguía forcejeando bajo mi agarre. No utilicé mucha fuerza para sostenerla y ella no intentó liberarse. Sabía que estaba actuando y conspirando en mi contra. Pero esos juegos sucios no me importaban.

—El abogado le dijo a Nicolás que tocara el piano en tu funeral, pero él no sabe tocar el piano —dijo María con una sonrisa sombría antes de continuar—. Cristóbal es quien toca el piano, no Nicolás. Ellos son gemelos y te enamoraste del equivocado desde el principio. ¡Te robaste a mi hombre!

Me sentí aturdida y solté a María. Ella cayó al piso de inmediato mientras lloraba, pero yo la ignoré y regresé a la habitación. Tomé mi teléfono con las manos temblorosas y le mandé un mensaje a Maya.

«¿Quién más sabe que confundí a Nicolás con Cristóbal?»

«Se suponía que era mi secreto. ¿Por qué todos lo sabían?»

Después, María me envió un mensaje para explicarlo.

«Gina, fue Cristóbal quien tocó el piano en tu funeral. El resto de los invitados no lo saben, pero los que conocen a Nicolás sí. El abogado leyó tu testamento frente a todos los invitados, así que el presidente Ferreiro y María deben saberlo. Todo el tiempo estuve confundida porque yo estaba a un lado de Cristóbal y lo escuché decir algo»

«¿Qué dijo?» pregunté.

«Vaya, esa chiquilla me quiere a mí»

 

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Te regalo toda una vida de amor (Nicolás Ferreiro)

Te regalo toda una vida de amor (Nicolás Ferreiro)

Score 9.2
Status: Ongoing Type: Author: Artist: Released: June, 6, 2023 Native Language: Spanish
Content
  • Te regalo toda una vida de amor (Nicolás Ferreiro)
En secreto, estuve enamorada de Nicolás Ferreiro durante nueve años e incluso cuando era adolescente, solía seguirlo a todos los lados. Cuando crecí, acepté convertirme en su esposa, sin embargo, en nuestra relación nunca hubo amor o piedad, ni siquiera cuando le pedí el divorcio y puse la influencia de mi familia en juego, cambió su trato hacia mí. Para mi mala suerte, él tampoco recordaba a aquella niña temerosa y precavida que lo seguía. Así que, tuve que divorciarme para comprender que durante todo ese tiempo, mi amor por él no era correspondido, porque la persona a la que en realidad había amado de aquí a la luna, jamás fue él; al parecer, estuve equivocada desde un principio.

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