Capítulo 784
“No te preocupes, ya he entendido, enseñarme no será tan dificil en el futuro, y no te permito llorar!”
Dicho esto, no miró a Israel, tomó un pañuelo de papel y lo puso frente a él.
Israel: “.
“Mamá, hermano, ya estoy llena”. Dijo esto y bajó de la mesa con una cara seria.
Emilio también miró a Israel.
Israel explicó sin fuerzas: “Emilio, realmente no lo hice…”
“Lo entiendo, lo experimenté esta tarde”, lo interrumpió Emilio. “Pero tú eres el padre, y esto es algo que debes asumir, no deberías llorar”.
Israel:……
¡Esa cena no fue agradable!
“Basta, hijo, ve a ver qué está haciendo tu hermana”, dijo Leticia tratando de no reir, dirigiéndose a Emilio.
Emilio asintió y bajo de la mesa, siguiendo a Yolanda al segundo piso.
Una vez que los dos niños se fueron,
Leticia no pudo evitar reir.
“Israel, ¿fue realmente tan dificil?”, preguntó
Israel la miró y pinchó un grano de arroz en su plato, murmurando: “No fue porque enseñé a Yolanda, eso fue fácil, no fue dificil en absoluto! Fue porque hace mucho tiempo que no como la comida que cocinas”.
Leticia no pudo evitar reir.
Tosió: “¿No es solo una cena? No me halagues…”
Israel se quedó en silencio,
Y en silencio terminó de comer el resto de la comida sin dejar nada.
Luego puso los platos en el lavavajillas.
Leticia todavia
Pensó que era increíble, ese era Israel.
En el pasado, ella nunca se atrevió a pensar que Israel un dia haria las tareas del hogar, cuidaría a los niños y les ayudaria con sus estudios.
“¿Me estás mirando?”, preguntó Israel al regresar.
“Ve al hospital”, Leticia señaló hacia la puerta.
El temperamento de Israel también llegó: “Solo si me acompañas, si no, no voy!”
Dicho esto, Israel estaba listo para ir a la sala de estar.
Leticia extendió la mano y agarró su brazo, su expresión se volvió seria: “No estoy bromeando contigo, olvidaste lo que te dije antes? Ahora eres el padre de Emilio y Yolanda, debes ser más responsable de tu vida que antes. Incluso si hay una minima posibilidad, debes eliminarla”.
“¡Yo tampoco estoy bromeando contigo, ahora soy tu esposo y tú también tienes responsabilidades conmigo!”, dijo Israel después de una pausa. “Si realmente tenemos que ir, tienes que acompañarme!”
Leticia
“Laura!”, Leticia grito.
No pasú mucho tiempo, Laura llegó corriendo: “¿Qué pasa? ¿Qué le pasó a la señorita Yolanda?”
“Está bien”. Leticia tenia un dolor de cabeza, “Sr. Herrera y yo tenemos que salir por un tiempo, Dulcia vendrá más tarde, cuidate de Yolanda y Emilio y lámame si algo sucede”.
“¡Entendido!”
Laura asintió rápidamente con fuerza.
Luego Leticia miró a Israel. ¿Qué estás mirando? Ve a cambiarte de ropal
Israel volvió en sí, luego respondió emocionado: “¡De acuerdo, voy enseguida!”
Laura se quedó alli, con una sonrisa en su rostro, preguntó: “Chelsea, ¿te reconciliaste con Sr. Herrera?”
A Leticia le pareció un poco desesperante.