Tu Leti Ya Está Muerta Llámam Leticia Capítulo 476

Capítulo 476 

Israel se sentó + hizo un gesto a un abogado de cabello canoso. 

Este abogado habia sido contratado por la anciana desde hacía mucho tiempo, y la mayoría de la familia Herrera lo había conocido. 

El abogado asintió ligeramente. 

Sacó un testamento notariado 

En cuanto a la división de la propiedad, la señora mayor Herrera había dejado todas sus acciones del Grupo Herrera a Israel. 

En cuanto a los bienes muebles y productos financieros, habían sido convertidos en un fondo fiduciario familiar. A partir de ahora, si algún miembro de la familia tuviera dificultades para emprender o estudiar, podrian solicitar al fondo fiduciario y, si cumplen con los requisitos, recibirán el dinero. 

El reste de los bienes inmuebles también estaba casi todo bajo el nombre de Israel. La anciana le había dejado a Cindia una mansión. 

Cindia no se sintió agradecida en absoluto. 

Sólo sintió que la anciana la estaba tratando como a alguien pobre. 

Después de que se dividieron las acciones, bienes muebles, blenes inmuebles y productos financieros. 

Llegó el turno de repartir las joyas y las colecciones que todos deseaban. 

La voz del abogado era tranquila: “Todas las antigüedades y joyas en el nombre de la Sra. Lucía serán heredadas por la Sra. Leticia.” 

“¿Qué?” Cindia no pudo evitar levantarse. 

Si preguntamos desde cuándo empezó su miseria, ella respondería icon Leticia! 

¡Si no fuera por su disputa con Anastasia en aquel entonces, no podría haber enfurecido a Israel, el monstruo, haciendo que ella fuera encerrada en un manicomio durante medio año! 

Aunque Israel no la maltrataba y la cuidaba bien. 

Pero estaba rodeada de gente loca a diario. 

Siempre vivió con un miedo interminable. 

¡Eso no cuenta! Leticia ya está muerta!“, gritó Cindia. 

La voz del abogado era tranquila: “Según las regulaciones, si Leticia muere, estos bienes serán trasladado a sus herederos.” 

“Su familia está toda muerta, ¿de dónde saldrá un heredero? Además, estos objetos de valor y antigüedades han sido de la familia Herrera de generación en generación ¿Por qué deberían dárselos a un extraño? En mi opinión, lo más justo es que los hereden los miembros de la familia Herrera“, Cindia continuó. 

Pero Israel, quien no había hablado antes, intervino “Guardo la parte de Leti como lo haría ella, así que no es necesario que los demás se preocupen por eso” dándole golpecitos al reposabrazos del sofá con la yema de los dedos. 

“Israel, ¿quieres quedarte con todo?” Preguntó Cindia. 

Los otros miembros de la familia Herrera miraron en silencio a la madre y al hijo, nadie se atrevió a decir nada. 

“Madre, esto es lo que la señora mayor Herrera dejó a la le prometida de su hijo” le dija Israel a Cindia en tono frío y tranquilo. “Si te gustan tanto las antigüedades y las joyas, me aseguraré de comprarte más, pero nadie más tocara lo que le pertenece a Leti.” 

“Tú!” 

La palabra “madre” que salió de la voz de Israel fue como un cuchillo en el corazón de Cindia. 

“Israel, he escuchado rumores en línea que ya te has casado, ¿verdad? ¿Quién era esa mujer que apareció en el funeral de la señora mayor Herrera?“, preguntó un pariente de repente. 

“Ya lo sabrán en unos días“, dijo Israel con la misma voz tranquila. 

“Escuché que te casaste con alguien muy parecida a la hermana Fermínez. ¿Era cierto?” Preguntó una niña que no parecía mayor de catorce años quien levantaba la mano. 

Israel la miró. 

Ella pareció asustada, escondiéndose en el abrazo de su madre. 

Sus ojos también se llenaron de miedo. 

*Así que encontraste otro suplente, ¿eh?” Cindia se rio de forma burlona, “No me digas que pretendes que ella suplante a Leticia para llevarte esas joyas y antigüedades.” 

“Piensa lo que quieras“, se levantó Israel y agregó, “como todos ustedes han venido aquí, no puedo dejar que se vayan con las manos vacías. Le pedí a finanzas que preparara cheques para todos antes de salir.” 

Después de hablar, Israel se fue directamente. 

Quedándose todo el resto de la familia Herrera en una habitación, todos intercambiaron miradas en silencio. 

“Cuñada, nos hiciste venir, dijiste que nos ibas a dar beneficios, pero ahora nosotros, los miembros de las ramas famillares, ¡no hemos recibida más que un cheque sin fondos del fideicomiso Una mujer que parece muy autoritaria puso sus manos en su cintura y le dijo a Cindia. 

¿Quieres algo pero no haces nada, solo se quedan esperando?” Cindia parecía impaciente, “vayan a hablar con Israel si quieren dinero, exijanle que entregue las joyas y antigüedades. Les digo que, aunque sea solo una pequeña parte lo que reciban, si las venden, les alcanzará para vivir holgadamente por un buen tiempo.”