Tu Leti Ya Está Muerta Llámam Leticia Capítulo 402

Capítulo 402 

“Señor Soler, no ibas a hacer unos asuntos?“, preguntó ella. 

Hazel respondió: “Ya que me encontré contigo, según las normas de cortesía, debo ir a visitar a tu abuela“. 

“¿Eh?“, Dulcia no entendía muy bien esos protocolos. 

“Vamos“. 

Hazel extendió la mano y tomó naturalmente los documentos en manos de Dulcia. 

Después de todo, él era el dueño del terreno y aunque aún no lo tenía en sus manos, ella no se atrevía a ser descortés con él. 

En caso de que el Sr. Soler se molestara después de ser rechazado, ella tendría que buscar otro terreno. 

No pasó mucho tiempo. 

Dulcia llevó a Hazel a la habitación de su abuela. 

Leticia era muy querida por la anciana, y en este corto período de tiempo, el afecto de la abuela Méndez por Leticia era evidente. 

Cuando Dulcia dejó entrar a Hazel en la habitación. 

Ambos estaban hablando y riendo, cuando de repente su expresión se volvió perpleja. 

¿Cómo es que fue a dar una vuelta y trajo de vuelta a un hombre guapo? 

“Abuela, este es mi…“, Dulcia no podía hablar. 

Ella y Hazel no eran compañeros de trabajo, y ni siquiera se podían considerar amigos. 

“Abuela Méndez, me llamo Hazel, soy un amigo de Dulcia“, dijo Hazel amablemente. 

“Sí, mi amigo“, Dulcia sonrió un poco tiesa. 

“¡Muy bien, muy bien!“, la abuela Méndez sonrió con los ojos entrecerrados, esa fue la primera vez que su nieta trajo a un chico a visitarla. 

Aunque la abuela Méndez ya estaba en la edad avanzada y tenía una visión despreocupada de la vida y la muerte, su nieta soltera siempre permanecía en su mente. 

Miró a Hazel con amabilidad: “Hazel, eres guapo, ¿cuántos años tienes? ¿Ya estás trabajando? ¿Y tu familia…?” 

“¡Abuela!“, Dulcia interrumpió rápidamente al ver que ya sabía por dónde iba su abuela. 

Pero… 

Hazel sonrió y dijo: “Abuela, tengo 23 años, comencé mi propio negocio en la universidad, y ahora además de mi herencia, tengo una empresa de investigación y desarrollo que tiene buenos ingresos“. 

Dulcia miró a Hazel con asombro. 

¿Ambos habían decidido hablar tan abiertamente? 

“Tengo dos hermanos mayores y soy el menor en la familia, somos un total de 3 hijos. Mi familia dirige una empresa de bienes raíces y también hace negocios de antigüedades. Uno de mis hermanos dirige una escuela privada y el otro trabaja en internet“, agregó Hazel. 

Dulcia: “¿…?” 

No era necesario dar tantos detalles, ¿verdad? 

Leticia se sentó junto a la Abuela Méndez, conteniendo la risa. 

Dulcia la descubrió y la miró fijamente. 

“¡Excelente, muy bien!“, la abuela Méndez se rio más feliz que nunca. 

Ya estaba bastante claro que este joven tenía interés en su nieta. 

La mirada de Hazel se posó en Leticia. 

“Señorita Banes, es un placer conocerla“. 

“¿Me conoces?“, Leticia estaba un poco desconcertada. 

Ella también comenzó a aparecer en público recientemente. 

“La última vez que ayudó con la remodelación de la fábrica, asisti a una conferencia de negocios y la vi una vez“, respondió Hazel, 

Leticia se sorprendió aún más. 

¿Este hombre guapo tenía antecedentes importantes? 

¿De dónde sacó Dulcia este tesoro? 

“Resulta que tenemos ese tipo de relación“, sonrió Leticia. “Entonces permiteme presentarme formalmente. Soy Estrella Banes, una buena amiga de Dulcia“. Dulcia: “¿?” 

¿A dónde iba toda esta situación? 

¿Quién podría explicárselo? 

“Señor Soler, gracias por venir a visitar a mi abuela, pero tengo prisa por trasladarla a otro hospital, por lo que no puedo invitarte a quedarte más tiempo. ¡Otro día te 

invitaré a cenar!“. 

Dulcia ciertamente notó lo que estaba sucediendo y quiso apresurar en irse. 

Afortunadamente, Hazel supo cuando retirarse y no insistió. 

“Está bien“, dijo Hazel. 

“¡Te acompañaré a la salida!“, se ofreció rápidamente Dulcia.