Tu Leti Ya Está Muerta Llámam Leticia Capítulo 35

Capítulo 35 

Israel empujó a Leticia por el hombro 

Leticia titubeo y retrocedió dos pasos 

Cuando quiso detener a Israel de nueves, ya habia entrado y cerraba la puerta con fuerza 

El fuerte sonido retumbo, causando un temblor en el corazón de Leticia. 

“Señor Herrera, si tiene algo de que hablar, podemos haceito afuera“, dijo Leticia con voz ave 

Recordo el comportamiento de Israel en el crucero 

Satir Israel se acercó paso a paso hacia Leticia 

Frunciendo el ceño, Leticia retrocedió instintivamente. 

“Si salgo ahora, no tienes miedo que tu nuevo amor me ved?“, Israel preguntó con frialdad 

Cuando conociste a ese chico de la familia Zafar? ¿Cuando se volvieron tan cercanos Cuando aún estabas conmigo?, ¿que hicieron juntos?” 

“Israel, puedes dejar de hablar tonterias? Leticia frunció el ceño. “No tengo nada que ver con Bruno, vine a Ciudad Baylón por trabajo! Trabajo!” 

En ese momento, Leticia se encontro de espaldas contra la pared, sin ningún lugar al que retroceder 

Las manos frias de Israel la agarraron por el cuello en un segundo. 

“Las fotos de ustedes siendo cariñosos ya llegaron a mis manos, todavia quieres seguir engañandome?“. 

Leticia sintió como la mano en su cuello se apretaba, e instintivamente intentó liberarse de él 

“No lo hice 

“Siempre me estuviste engañando! Desde hace cinco años, llevabas una máscara a mlado, engañándome todo el tiempo!” 

“Señor Herrera, no es eso lo que querias?“, Leticia se aferro a los dedos de Israel. 

“Me pediste que fuera la señorita Pérez, que actué como ella, te hice feliz con eso, y ahora es mi culpa““. 

Las pupilas de Israel temblaron violentamente. 

-En verdad 

¿No era eso lo que le gustaba antes? 

“Israel, me estás lastimando la mano, me duele 

Leticia sintió un dolor desgarrador en la mano izquierda 

Israel volvió en si, soltando su mano sin querer. 

La venda en la mano izquierda de Leticia tenia rastros de sangre en ella. 

¿Por qué luchaste tanto?“, Israel la llevó a un sofá para sentarse. 

“Trajiste medicina? 

Leticia intentó recuperar su mano, pero Israel no lo permitió 

Durante la lucha, ella frunció el ceño por el dolor. 

“¡Te dije que no te movieras!“, Israel ordenó dominante.. 

“No necesito medicina, mi mano ya casi estaba sanada“, dijo Leticia con enojo. 

Israel la miro, enfadado, pero no completamente aplacado. 

“¿Qué dijiste sobre las fotos recientes?“, preguntó Leticia con voz grave. 

La furia de Israel resurgió de golpe. 

Encendió el teléfono, abrió la galeria y dijo: Miralas tú misma. ¿como podria acusarte falsamente?” 

Leticia miró las fotos con expresión seria, cuanto más veia, más empeoraba su semblare. 

“¿Me estuviste siguiendo?“, Leticia miró a Israel. 

“No tengo tiempo para eso, alguien más me las envio“, dijo Israel irritado, arrojando el telefono a un lado y mirando a Leticia ferozmente. 

“Estas fotos están mal enfocadas, mal tomadas. Hay cámaras por todo el estacionamiento del aeropuerto. Señor Herrera, con sus amplias conexiones, ¿por qué no simplemente verifica los videos completos?“, dijo Leticia con voz grave 

“¿Mal enfocadas?, Israel nunca habia considerado esa posibilidad 

¿Qué más entonces?, Leticia se no sin palabras ‘De todos esos ángulos, chay una foto que realmente muestre a Bruno y a mi juntos o en escenas comprometedoras?” 

Israel pensó por un momento y no habla ninguna. 

“Anda a buscar información y dejame descansar“, dijo Leticia mientras intentaba levantare 

Israel la empujó bruscamente hacia abajo 

“¿Qué estas haciendo?, el temperamento de Leticia también se encendió. 

“¿Quien te permitió venir de viaje? ¿Por qué no me lo dijiste?”, preguntó Israel 

Leticia lo miró “El proyecto que estoy supervisando tuvo problemas, así que vine a soleonarios ¿Por qué tendria que informarte? Señor Herrera, ya no soy tu secretaria” Israel no respondió a este tema, sino que preguntó “¿Qué pasa con Bruno? ¿Cómo es el está aqui?” 

“¿Qué te importa?, Leticia estaba cada vez más molesta. 

“Señor Herrera, ¿qué te pasa? ¿No lo dejamos claro ya? Si sigues molestándome de esta manera, ¿no temes que yo malinterprete tus sentimientos y acciones hacia mi?“. 

“¿De qué estás hablando?”