Tu Leti Ya Está Muerta Llámam Leticia Capítulo 29

Capítulo 29 

Leticia colgó la videollamada y se quedo atónita un rato en el sofá. 

Normalmente, la abuela Herrera vivia en un centro de atención para su cuidado. Solo iba la casa de los Herrera cuando habla algún evento importante. 

En el momento en que Israel habia recuperado su celular, Leticia via claramente a la seoita Rosé al otro lado de la pantalla. 

Asi que él no habia viajado y en realidad estaba en la fiesta de su compromiso? 

¿Qué estaba haciendo Israel, permitiendo que su abuela domine en frente de la señorita Rosé y la llame? 

¿Estaba loco o simplemente no le importaba la pobre niña? 

Ella acanció su vientre y murmuró “Tu papá sí que no vale nada““. 

Pero luego se arrepintio por hablar mal del papá frente al bebe 

Enfadada, Leticia lanzó el celular al otro lado de la sala y luego volvió a dormirse. 

En medio de la noche, su celular vibro dos veces 

Israel le habia enviado un mensaje 

“Puedes quedarte, registre la casa a tu nombre“. 

“Y sobre el cheque de veinte millones, retiralo pronto“. 

“Además, la casa en Lago de la Bella Montaña, también quiero registraria a tu nombre. 

Sin respuesta. 

No estaba tan enojado como imaginó mientras fumaba media caja de cigarros en el balcon. 

Israel hojeo lentamente sus mensajes con Leticia. 

Antes de enterarse de su compromiso, ella le enviaba mensajes de texto todos los dias, recordándole qué hacer y preguntándole si ya habia cenado… 

Sus respuestas, en cambio, eran escasas y lamentables. 

A la mañana siguiente, Leticia se desperto y vio los mensajes de Israel. 

Ella suspiro y le respondió: “Gracias, señor Herrera, lo que me diste antes es suficiente necesito más“, 

Luego, tomó un taxi al aeropuerto. 

Fue a tomar el primer vuelo hacia Ciudad Baylon. 

Le habia avisado al encargado del proyecto un dia antes. 

Leticia salió, empujando su maleta. 

El encargado ya la esperaba con un grupo de empleados. 

El hombre era de apellido Pinales y su nombre era Julio Pinales. 

“Señor Pinales“, Leticia lo saludó educadamente. 

“Ay señorita Ferminez‘ ¿Qué tal su viaje?“, Julio rapidamente ordenó a sus empleados que tomaran la maleta de Leticia, ¿Cómo es que sólo vino usted?” 

“El señor Alarcón llegará pronto, yo vine primero para conocer la situación en detalle‘, respondió ella con indiferencia. 

Julio sonrió: “Perfecto! Entonces hoy le daremos una bienvenida apropiada“. 

Y empezaron a caminar, pero alguien gritó con alegria: “Leticial” 

Esa voz… 

Leticia se dio vuelta para ver a Bruno, lleno de vida y juventud, corriendo hacia ella. 

“¿Bruno?“. Ella se quedó atónita al verlo. 

“¿Te sorprendió? No esperabas verme, ¿verdad?‘, preguntó él, sonriendo maliciosamente 

“No me lo esperaba!“. Leticia dudó por un momento. “¿Viniste a buscarme?” 

“Sil” Bruno asintió. Llegué anoche en el último vuelo, y desde antes del amanecer, te estaba esperando aquí“. 

Leticia estaba un poco atemorizada. 

Bruno se acercó un poco a Leticia y dijo en voz baja: “Invitame a comer, ¿si?” 

Ella no: “De verdad que eres capaz de cualquier cosa por una comida“. 

Solo depende de quién me invite!“. Bruno respondió con orgullo. 

“¿Quien es él?“, preguntó Julio 

“Un amigo” Leticia respondió rápidamente para evitar revelar la identidad de Bruno.