Tu Leti Ya Está Muerta Llámam Leticia Capítulo 255

Capítulo 255

Israel se quedó paralizado de repente.

Los dos guardaron silencio un momento, mientras Leticia intentaba liberarse de él.

Pero Israel le agarraba con mucha fuerza.

Luego, Leticia escuchó cómo él preguntaba en voz baja: “¿Por qué no me lo dijiste antes?”

Leticia sintió como si hubiera escuchado un gran chiste.

“¿Por qué? Israel, dimelo tú, ¿por qué? En ese momento, si te hubiera dicho que estaba embarazada, ¿me hubieras dejado quedarme?”

Israel se quedó sin palabras.

Leticia supo que estaba embarazada el día después de que se separaron.

En ese momento él…

“Mi plan original era buscar un lugar tranquilo para dar a luz a mis hijos y hacer que crecieran felices, pero tu deseo de posesión me amenazó con mis seres queridos y me forzó a volver”, dijo Leticia con desilusión en sus ojos, mirando a Israel. “Los días que cancelaste tu compromiso por mí, realmente creí que habías cambiado y que los niños y yo podríamos contar contigo, pensé que seríamos una familia feliz”.

“Leti…” Israel sollozó mientras apretaba las manos de ella, “ime di cuenta de mi error, sé que me equivoqué!”

“¿De qué sirve darte cuenta de tu error?” Preguntó irónicamente Leticia, y luego se respondió a sí misma: “Te diré que no sirve de nada. No podrás recuperar a los niños, ni el amor que alguna vez sentí por ti”.

El amor que alguna vez sintió ya no existirá en el futuro.

Después de decir esto, Leticia no quería escuchar más disculpas ni arrepentimientos de Israel.

Si Alarcón no hubiera estado allí ese día, ella habría perdido a sus hijos.

En esencia, Israel los había matado una vez.

Así que a partir de ahora, sus hijos no tendrían nada que ver con Israel.

Ella arrancó su mano con fuerza y, sin mirar a Israel, se dirigió hacia la sala de hospitalización.

Tsrael se derrumbó y se sentó allí.

Con sus manos entrelazadas, apoyadas en su frente, su figura alta se encorvó.

Desde que supo que él mismo había matado a sus propios hijos, en ese corto medio día, la vida de Israel parecía un infierno.

Constantemente sentía dolor, miedo y arrepentimiento.

Cuánto deseaba que hubiera una máquina que pudiera viajar en el tiempo.

Para regresar a aquel momento estúpido y evitar que cometiera tal pecado.

No pasó mucho tiempo antes de que Anastasia descubriera que no podía contactar a Jones.

Después de que su avión aterrizó en el aeropuerto de su casa, llamó a Jones más de una docena de veces seguidas.

El teléfono no estaba apagado, simplemente en un estado en el que nadie contestaba.

“¡Jones debe haber sido atrapado por Israel!”

Anastasia entró en pánico.

Por el caso de la anulación de la boda, ella ya había sido testigo del poder de Israel

Temía que volviera a usar sus viejas tácticas.

Justo cuando Anastasia estaba indecisa y perdida.

Un número desconocido la llamó.

Anastasia echó un vistazo al número, sorprendida, pero lo atendió de inmediato: “Hermanita

“Ya me he enterado de lo que les pasó.” Sonó una voz suave del otro lado del teléfono. “¿Por qué no tienes más cuidado?”

“Hermanita, de verdad no sé qué hacer, ¿no dijiste que Israel nunca renunciaría a nuestra alianza comercial?” Anastasia comenzó a llorar.

“Él … ha cambiado mucho en estos años”. La voz en el otro lado hizo una pausa y luego añadió con aire sombrío: “Supongo que es por Leticia, ¿eh? Ya no puedo

entenderlo”.

“¡Leticia!” Anastasia apretó los dientes con ira, “¡Todo es culpa suya! Ella hizo que Eric desapareciera sin dejar rastro y que Israel me obligara a cancelar el compromiso… ¡Ahora, incluso Jones ha sido afectado!”