Tu Leti Ya Está Muerta Llámam Leticia Capítulo 231

Capítulo 231

Al acercarse, Leticia pudo verfa con más claridad

Si, eran muy parecidas.

Fernanda parecía haberse dado cuenta de ella también y su rostro se llenó de sorprese

De pronto, Leticia se sintió como si hubiera sido desvestida y expuesta en público

¿Por qué golpeaste a alguien?”, Fernanda se puso delante de Israel, preguntándole

“Fernanda, vuelve a la habitación

“¿Quién es ella?”, preguntó Fernanda a Israel “¿Por qué nos parecemos tanto…?”

“Te dije que vuelvas a la habitación!”, el tono de Israel se volvió más frío

Fernanda tembló.

Leticia sentia que el corazón le dolía y no quería seguir viéndolos.

Se soltó con fuerza del agarre de Israel.

Sin embargo, Fernanda gritó de sorpresa y cayó al suelo,

Su delgado brazo dejó una marca de sangre en el suelo,

“¡Fernanda!”, exclamó Israel.

“¡Fernanda!”, Mena apareció de la nada.

Empujó a Leticia sin decir nada.

Leticia ya estaba aturdida y con el empujón de Mena, perdió el equilibrio y se sento en el suelo.

Leticia sintió un dolor agudo en el vientre y apretó el ceño mientras se lo cubría,

“¿De dónde salió esta malvada mujer? ¡Fernanda ya está tan débil y tú la empujas!t, Mena la acusó después de empujara

Israelvio que Leticia cayó y se apresuró a ayudarla.

Pero Fernanda agarró su brazo y rápidamente le pidió clemencia: “ilsrael, no fue ella quien me empujó, fue que no me mantuve firme, no la culpear

Leticia los miró, cubriéndose el vientre, lágrimas en sus ojos y de repente se río.

cuidado

“¿Secretaria Fermínez?”, en ese momento, Alarcón, que pasaba por allí, se acercó rápidamente y la ayudó a levantarse con cuidado.

“Gracias”, agradeció Leticia educadamente.

Luego miró a Fernanda: “No necesitan jugar estos trucos, no voy a competir contigo por nada”.

Israel se soltó del agarre de Fernanda y caminó rápidamente hacía ella: “Te ves mal. ¿Te lastimaste en algún lado?”

Leticia evitó la mano que Israel extendió hacia ella.

El sol estaba brillando intensamente.

El hombre que había amado seguía siendo tan hermoso como siempre.

Ella se dio cuenta de que las personas no debían ser codiciosas, porque la codicia traería consecuencias.

“Israel, anoche de repente tuve fiebre”, dijo Leticia mirándolo y sonriendo.

El rostro de Israel se contrajo por un momento: “Volvamos a casa, puedo explicarte.

“No es necesario”, Leticia negó con la cabeza,

“Leti…”, Israel estaba lleno de miedo e inquietud.

“Israel, olvidémonos de lo que acordamos”, dijo Leticia con calma. “Se acabó entre nosotros. Ahora vive bien con la Sita. Pérez y no me molestes más”. Dicho esto, Leticia bajó la cabeza y se dio la vuelta para irse.

Israel intentó agarrarla, pero Alarcón lo detuvo.

“¿Qué estás haciendo?”, gritó Israel enojado.

“Fernanda no se ve bien, ve a cuidarla. Yo me encargaré de la secretaria Fermínez, respondió Alarcón.

Israel miró hacia atrás.

En efecto, Fernanda parecía estar a punto de desmayarse.