Capítulo 16
Sarina continuo diciendo: “Ella, al principio, se vendió a Israel solo por dinero, pero ultimamente él se canso de ella y la dejó No me lo esperaba, pero ella puso sus ojos en til No aguanto ver cómo te engaña, por eso vine a decirter.
Bruno guardo silencio por un momento y la miró a los ojos: “¿Y luego qué?”
Sarina se quedo atónita “¿Y luego?”
“Señorita, yo, Bruno Zafar, nunca trato de conocer a quienes me gustan a través de rumors ajenos“. Dicho esto, Bruno pasó por el lado de Sarina y se fue directamente
Sarina quedó alli, atenita, estática de pies a cabeza
¿Por qué Leticia les gustaba tanto a todos? Israel! Bruno! Hasta Alarcón, que la protegia de vez en cuando!
Leticia llevó a Dulcia a casa y luego regresó a su casa para cambiarse de ropa antes de ir a trabajar.
La situacion con QT estaba resuelta, y ella tenia que acompañar al equipo de ventas para firmar el contrato con QT, para evitar cualquier problema adicional
Al aber la puerta del armano, Leticia se quedó paralizada. Aunque no solia ir al hogar desrael, él venia a menudo al suyo. Al principio, no se quedaba a dormir. Luego comenzo a quedarse de vez en cuando, y después, desde hace un tiempo, incluso pasaba algún fin de semana en su casa. Comer la comida de los mejores chefs con estrellas Michelin podia llegar a cansar a Sr. Herrera, en casa de Leticia, lo usual era que comieran comida casera Por lo tanto, había muchas cosas de Israel en su casal zapatos de vestir, zapatillas deportivas y pantuflas en el armario, una maquinilla de afeitarly gel de baño. La mitad de los trajes en su armario eran de el.
Leticia, reflexionando sobre esto, de repente sintió como si, de alguna manera, estuviera ompartiendo una vida junto a Israel.
“Tengo que buscar otro lugar donde vivir to más pronto posible“.
Murmuro para si misma y tomó un traje del extremo más alejado de los trajes de Israel en el armario.
En Concha Capital
A Fausto y su equipo no les hizo ninguna gracia que llegara el viernes. Todos estaban de mal humor.
“¿De qué sirve estar asi de deprimidos? ¿Sólo porque perdimos un contrato no significa que dejamos de hacer negocios?“, grund Fausto mientras regresaba a la oficina “Jefe, sigo indignado porque no han hecho nada con la señorita Ferminez antes. No men ganas de hacer nada!“, dijo uno de sus empleados.
“Exactamentel Mira estas ojeras! Ni la mejor estética me las quitard!“, agregó otro.
Todos hablaban al unisono.
“¿Por qué tanta prisa? El presidente solo le dio tres días. Ahora que el contrato se ha i el juego está perdido; no podemos escapar! Fausto frunció el ceño.
En ese momento, alguien abrió la puerta del departamento de ventas.
“¿Quién no puede escapar?”
Una voz fria vino desde la entrada.
Todos miraron hacia la puerta y vieron a Leticia, con sus rizos sueltos, sosteniendo una carpeta y una computadora portatil, de pie alli.
*Arruinaste un contrato importante, y todavía tienes el descaro de venir aqui. Una de las empleadas estaba furiosa y estaba a punto de abalanzarse sobre Leticia
“Renata, calmatel Golpear a alguien es un delito!“, gritaron sus compañeros mientras la sujetaban.
Leticia cambió su expresión. ¿Quién te dijo que perdimos el contrato?”
Renata estaba tan furiosa que podria prender fuego. ¿Quién me lo dijo? ¡El vicepresident de OT me lo dijo personalmentel Casi me tira el proyecto en la cara!”
Al recordar esa escena vergonzosa, Renata queria matar a alguien.
“En serio?“, dijo Leticia, agitando la carpeta en su mano. “Pues el asistente del señor Joliquin acaba de informarme que a las tres de la tarde tenemos que ir a QT para hablar sobre los detalles del contrato”
“¿El señor Joaquin? ¿Joaquin quién…?“. A Renata casi se le salen los ojos al darse cuenta de quién hablaba Joaquin?”
Unos diez minutos despues