Tu Leti Ya Está Muerta Llámam Leticia Capítulo 1522

Capítulo 1522 

Yolanda regresó a su habitación y tras cambiarse a ropa cómoda bajó las escaleras para encontrar tal escena. 

“¡Astro es un buen perro!” Yolanda corrió, se sentó junto a Israel y le explicó seriamente: “Astro puede parecer un poco tonto, ¡pero en realidad es el más inteligente!” 

Al oír esto, Astro levantó la cabeza, ladró un par de veces, mostrando su acuerdo con lo que se había dicho. 

Los que estaban alrededor, como Dulcia, empezaron a reír. 

Luego Astro continuó gruñendo, descansando su cabeza en la rodilla de Israel. 

“¡Mira! ¡Te dije que era el más inteligente!” Yolanda estaba muy orgullosa: “Papi, sabe que tú le salvaste la vida, por eso te ama tanto, ¡ha estado extrañándote tanto como yo estos últimos meses!” 

Mientras hablaba, Yolanda, de repente sintió tristeza. Sus ojos se enrojecieron y se acurrucó en el pecho de Israel. 

Israel, un poco desconcertado, comenzó a acariciar su espalda. 

Emilio estaba jugando videojuegos con Leonardo. 

Emilio se volvió para mirar y, después de apartar la vista, Leonardo tocó suavemente el hombro de Emilio. “Tech Siete, si quieres mimarte un poco, adelante. Incluso los perros pueden hacerlo. Tú eres el hijo de Israel, ¿por qué no podrías mimarte un poco?” Emilio miró a Leonardo, quien tenía una sonrisa cariñosa en su rostro. 

Diez segundos después, Leonardo miró la pantalla, su personaje en el juego había sido completamente derrotado por Emilio, y su rostro estaba en blanco. 

No va a actuar como un niño mimado si no quiere, ¡y eso es todo! 

“Hijo,” en ese momento, Leticia llamó a Emilio. 

Emilio se dio la vuelta, y Leticia, con una sonrisa radiante en su rostro, dijo: “Ven aquí a mi lado.” 

Emilio dejó el controlador, ignorando a Leonardo, que estaba lloriqueando, y fue hasta Leticia. 

Leticía lo abrazó, señalando a Astro, que aún tenía su cabeza apoyada en la rodilla de Israel: “Mira eso 

Emilio nunca había visto a Astro así, y por una vez, sonrió. 

Toni trajo algunas frutas que había recogido esa mañana y, al ver a Astro, no pudo evitar sentirse molesto. 

Desde que Astro lo vio usando las sobras de pollo que él no comía como abono, el perro lo ha tenido en su contra y no ha podido olvidarlo. Pero para ayudar a Yolanda a cultivar una rosa, Astro no solo uso una pierna de pollo como fertilizante, sino que también intentó usar un pez que había atrapado en el lago como fertilizante. 

Por suerte, él lo detuvo a tiempo, ¡de lo contrario el pobre pez habría muerto! 

“¿Qué estás haciendo?” Leira vio la cara de Toni y se rio: “¿Estás celoso?” 

Es bien sabido que Astro es amigable con todos, excepto con Toni, a quien no le agrada. A menudo, mientras caminaba, se desviába para golpear a Toni. Toni solía decir que, en esta casa, a quien Astro menos le gustaba era Israel, y luego él. 

Después de todo, cuando Israel estaba en casa, Astro no jugaba con él. 

¡Pero ahora, las cosas habían cambiado! 

“¡Incluso un perro tiene doble moral!” Toni murmuró. 

¡Si hubiera sabido, no habría cogido esa pierna de pollo! 

Leira se rio hasta que le dolió la cara. 

Su mirada recorrió la animada sala de estar. 

Hazel cortaba en pedazos pequeños las manzanas que Toni había traído y se las daba a Dulcia. 

Dulcia miraba con una sonrisa tonta al perro dorado mientras hablaba en voz baja con Hazel, quien sabía qué secretos compartían. Al escuchar lo que Dulcia decía, Hazel se echó a reír. 

Viendo a Hazel reír, Dulcia miró a Astro y se sintió aún más feliz. 

La familia de Leticia estaba junta, los niños actuando como niños mimados en el regazo de su padre, y una rara sonrisa en el rostro de Emilio. 

Lo más importante de todo, era que finalmente pudo ver la felicidad en el rostro de su adorable nieta después de tantos meses. 

Y también, Toni murmuraba algo en su oído. 

Qué maravilloso era todo esto!