Tu Leti Ya Está Muerta Llámam Leticia Capítulo 1498

Capítulo 1498 

Yolanda estaba haciendo un escándalo hace nada, pero con la voz suave de Leticia, se quedó dormida en seguida. Al terminar el cuento, los dos pequeños ya estaban en el país de los sueños. 

Leticia les acomodó las mantas y les dio un beso suave en la frente. 

Ese año, Emilio y Yolanda habían cambiado mucho. Parecia que de un día para otro pasaron de ser bebés que necesitaban a su madre a ser niños grandes, incluso sus rasgos se volvieron más definidos y se parecían cada vez más a Israel. 

Esa noche los niños no se pelearon por el espacio en la cama, y dejaron un lugar para Leticia. 

“El año pasado todos dormiamos en una cama del mismo tamaño, sobraba espacio y ahora ya no cabe uno más“. Leticia miró a Israel y no pudo evitar decir: “Crecen tan rápido, siento que en un parpadeo serán adultos y se irán de nuestro lado“. 

Israel le extendió la mano, y sus dedos se entrelazaron. La abrazó y le dio un beso en la frente diciendo: “No importa, yo estaré contigo“. 

Leticia rio suavemente, levantó la mirada hacia él, se acercó y le dio un beso en los labios pálidos. 

Por haber estado envenenado, lo que, de cierta manera, la coagulación sanguínea de Israel aún tenía algún problema. 

“Mañana tengo que ir a la oficina, probablemente me quede todo el dia, Emilio y Yolanda están a tu cargo, ¿vale?“. Leticia acariciaba su mejilla mientras hablaba suavemente: “Yolanda empezó hoy a ayudarte a leer, es muy activa, probablemente mañana ya te esté dando clases“. 

“Yolanda ya me lo dijo Israel llevó sus dedos a sus labios y les dio un beso: “¿Podría volver a casa pasado mañana?“. 

Israel no se sentía seguro en el hospital. Cuando despertó, lo primero que pensó fue en volver a casa. Después de que Leticia lo encontró, ese deseo se intensificaba cada vez más. 

“Si“. Leticia asintió y luego le susurró al oído: “Cuando volvamos a casa, prohibiré que estos dos pequeños vengan a dormir a nuestra habitación“. 

Esos dos pequeños eran un desafío. 

Querían hacer algo y se preocupaban por si despertaban de repente. 

Israel sonrió, asintió y dijo: “Está bien, haré lo que digas“! 

“Duerme ahora, solo si descansas bien, tu cuerpo se recuperará más rápido“. 

Israel le dio un beso suave en los labios a Leticia y apretó aún más sú mano. 

A media noche, Yolanda se despertó de una pesadilla otra vez, al ver a Israel, corrió hacia él llorando. Leticia e Israel se despertaron apenas la escucharon. 

“¡Mami!“. Yolanda fue a abrazar a Leticia. 

“¿Has tenido una pesadilla?“, Leticia la abrazó y le dio un beso. Yolanda asintió con la voz entrecortada. 

Leticia la consoló un poco y la dejó dormir entre ella e Israel. Luego miró a Emilio, vio que dormía profundamente, y se acostó, continuando acariciando la espalda de la pequeña que todavía sollozaba.