Tu Leti Ya Está Muerta Llámam Leticia Capítulo 1467

Capítulo 1467 

¿Sería acaso el destino jugándole una mala pasada? 

Bruno no podía entenderlo. 

Si el destino no la tenia reservada para él, ¿por qué los hizo conocerse de una manera tan inolvidable? 

“Bruno, sé que Leticia es genial.” Leonardo estaba tratando de consolarlo, pero no podía evitar elogiar a Leticia: “¡Pero ella no es para ti!” 

“Si la hubiera conocido primero, ella se hubiera enamorado de mi…” 

“¿Tiene algún sentido eso? Si ella te hubiera conocido primero, habría sido hace unos doce años, ¿verdad? ¿Cuántos años tenías en aquel entonces? ¡Si ella se hubiera enamorado de ti, sería demasiado raro!” 

Bruno miró a Leonardo. 

Después de la broma de Leonardo, Bruno se rio: “¡Ahora entiendo por qué Leticia te quiere tanto!” 

“Soy guapo, talentoso, gano dinero, soy considerado, la cuido, amo a Yolanda y a Emilio, tengo demasiadas cosas buenas, ¿y tú recién te das cuenta?” Leonardo no mostraba ni un solo rastro de modestia. 

Bruno se rio. 

“Bueno, ya que Israel volvió, creo que estoy de más aquí, si él se pone celoso, quién sabe qué podría pasar.” Bruno se levantó para irse, pero Leonardo lo detuvo. 

Bruno lo miró con confusión y dijo: “¿Qué pasa?” 

“¿Israel ha estado celoso de ti? ¿Cuándo? ¿Me lo cuentas?” 

El ambiente de ese día estaba un poco tenso. 

Por otra parte, la reaparición de Israel de alguna manera le había hecho olvidar lo desagradable que había sido antes, incluso sintió un poco de lástima por él. 

¡No! 

¡Absolutamente no! 

Necesitaba escuchar algo desagradable sobre Israel para corregir aquel error de compasión. 

Bruno se había quedado sin palabras ante la actitud de Leonardo, el cual parecía estar tratando de consolarlo, pero en realidad estaba provocándolo. 

Quitó la mano que Leonardo había puesto sobre él y dijo: “Cuando sea viejo y esté a punto de morir, escribiré una autobiografía, incluiré esta parte y te la enviaré.” 

Leonardo: “….. 

Bruno se levantó, puso la comida que había comprado para Leticia en la mano de Leonardo, luego agitó la mano y se dirigió hacia el ascensor. 

La luz alargó la sombra de Bruno. 

Ya no tenía la juventud de la primera vez que se conocieron, solo quedaba la madurez de un empresario y la impotencia y la tristeza de un amor no correspondido. 

Leonardo miró a Bruno entrar en el ascensor y suspiró suavemente. 

Estos jóvenes guapos y ricos que se encontraban con Leticia estaban destinados a tener un final insatisfactorio. 

Néstor Urbina, Bruno y otros hombres más habían tenido el mismo destino. 

Mientras pensaba en eso, el tono de llamada que identificaba a Dulcia Méndez sonó en su teléfono. 

Rápidamente sacó el teléfono para contestar. 

‘Estamos en la puerta del hospital, ¡ven a buscarnos!” 

¿No te dijo Leticia que no vinieras? Mira, tu barriga ya está tan grande, ¿qué haces aquí?” Dijo Leonardo mientras le hacía una señal a Joker y uego corrió rápidamente hacia el ascensor. 

‘Me preocupa que los engañen, ¿cómo puedo estar tranquila si no veo a Israel con mis propios ojos?” Respondió Dulcia.