Tu Leti Ya Está Muerta Llámam Leticia Capítulo 1461

Capítulo 1461 

Para Marisol, su mayor arrepentimiento había sido no haberse ido, y haberse quedado en la isla para la fiesta. Si se hubiera ido, la esposa de Chacho nunca habría tenido la oportunidad de encontrar a Iñaki y todos los eventos que siguieron nunca hubieran ocurrido. 

Antes de que la fiesta terminara, Marisol se había escapado, y había llevado a Israel a su carro y se había dirigido al puerto. Vio que el barco que Olga había arreglado estaba en el muelle, entonces rápidamente había subido a Israel al barco. Antes de partir, Marisol le dio a Israel algo de medicación para evitar que escapara durante el viaje. Marisol se dio cuenta de que cada vez que Iñaki veía a Leticia, su deseo de acercarse a ella era más fuerte. Esto la aterraba mucho. Pero también estaba preocupada por su salud, así que no le dio demasiada medicación. Justo cuando subieron al barco y se escondieron en la cabina, Israel despertó. Miró alrededor y Marisol le preguntó de inmediato: “¿Estás despierto? Dormiste muy profundo, no pude despertarte. Ya estamos en el barco que nos llevará lejos de la isla, una vez que mi madre y Jorge terminen de empacar, podremos irnos.” 

Israel solo la miró y no dijo nada, luego cerró los ojos. Marisol sintió el descontento de Israel hacia ella, era una actitud que nunca había tenido antes. Esto la hizo sentirse aún más nerviosa. “Iñaki, todo mejorará una vez que dejemos la isla…” Israel no respondió. Marisol no se atrevió a decir nada más. “Descansa un poco, voy a ayudar afuera…” Israel seguía sin responder. 

Marisol salió de la cabina con una expresión de tristeza y cerró la puerta con llave. Cuando llegó a la cubierta, miró en dirección al hostal y oró silenciosamente, esperando que el dios del mar y su padre pudieran protegerla y permitirle escapar de este lugar con el hombre que amaba para comenzar una nueva vida feliz. Esperaba que Iñaki pudiera olvidar a Leticia y aceptarla. 

Poco después, llegaron más equipajes. El porteador le dijo a Marisol que después del último barco, podría irse. Sin embargo, todas las luces del muelle se iluminaron de repente. Marisol estaba extremadamente nerviosa y también vio algunos carros corriendo en la playa. 

Marisol entró en pánico, por lo que volvió para buscar al capitán del barco, queriendo que zarpara inmediatamente y diciendo que regresaría en la mañana por su madre y Jorge. Pero después de buscar por un rato, no pudo encontrar al capitán. Nadie contestaba el teléfono del capitán. Marisol espéró un rato, pero su madre y Jorge aún no aparecían, así que rapidamente los llamó por teléfono. 

Para su sorpresa, el hombre que contestó era el que se había hecho pasar por voluntario: “Si le pones un dedo encima a mi madre o a mi, hermano, te mataré!” gritó Marisol. Miguel rio maliciosamente: “Bien, te estoy esperando. Luego colgó. 

Le tíró el teléfono a Jorge y dijo: “Chico, veo que eres bastante capaz. Ya lo he discutido con Joker, íbamos a llevarte con nosotros al país H. pero resulta que eres un villano escondido.” 

Jorge estaba pálido, se apoyaba en Olga, la cual había quedado totalmente despeinada y sin decir nada. 

En ese momento, 

El carro de Leticia había llegado al puerto. 

“¡Chelsea!”