Tu Leti Ya Está Muerta Llámam Leticia Capítulo 1403

Capítulo 1403 

¿Necesitan un dron? Podría prestarles uno, y así podrían ver el estado del Mar de Coral de vez en cuando!” continuó diciendo Leonardo. Su generosidad realmente impresionaba. 

Su intención era muy clara ayudar a la gente de la isla a encontrar su objetivo inicial, sin tomar partido en el conflicto entre los indígenas y Leticia, y eliminar completamente la dependencia que los indigenas habian desarrollado en el internet durante este tiempo. 

¿De verdad? ¡Eso seria genial!” Un voluntario masculino estaba muy emocionado. 

Había estado ansioso mirando esos drones. 

Escuchó que esos drones estaban personalizados y que, por más dinero que tuvieras, no podrías comprarlos. 

“Por supuesto, todos estamos aquí para proteger los corales. Aunque los expertos aún no han confirmado si estos corales son una especie rara, todos necesitamos trabajar juntos para protegerlos, ¿verdad?” 

“Si, el botánico marino vino una vez y luego no volvió a contactar con nosotros. No sabemos cuándo obtendremos los resultados. Hemos estado en esta isla durante muchos días, si estos corales no son una especie rara, habríamos malgastado todo este tiempo.” Se quejó alguien. 

“¿Crees que la verificación será rápida? El botánico dijo que hay un noventa y nueve por ciento de posibilidades de que sean corales raros en peligro de extinción. Dijo que necesitaba consultat con algulen más autorizado para hacer la evaluación final. ¡Solo han pasado unos días, todos deben calmarse!” 

“Si, independientemente de si son corales raros o no, ¡deberíamos prepararnos y protegerlos como si lo fueran!” Leonardo asintió con determinación. “Pero incluso si al final estos corales no son una especie rara, no deberían sentir que han desperdiciado su tiempo. En esta hermosa isla, todos nosotros, gente amable de todo el mundo, nos hemos encontrado aquí. ¡Esa experiencia de por sí sòla ya es maravillosa!” 

Todos aplaudieron. Miguel se reprimió el impulso de halagar a Leonardo. 

Recordó cómo Leonardo parecía desesperado al llegar a la isla. Al ver a Chelsea, se arrodillo y lloró, gritando que su familia ya no estaba. 

En aquel entonces, sus habilidades de comunicación no eran tan hábiles como ahora. 

Pero ahora, su oratoria era excelente, y podía debatir con muchas personas. 

En general, era realmente admirable. 

No pasó mucho tiempo antes de que Leonardo y los demás encontraran un lugar excelente para instalar el equipo de vigilancia: en la azotea del hotel de Marisol. 

Un hombre alto apoyado en una muleta, miraba hacia el poste erigido a lo lejos, su silueta era delgada. 

“¿Qué están haciendo ahora?” Marisol se acercó, llevando una manta en sus manos. 

Después del anochecer, la temperatura en la isla bajaba mucho, èlla temía que Iñaki se resfriara. 

“¿Quiénes?” preguntó el hombre. 

“Un grupo de supuestos voluntarios ha llegado, alrededor de setenta u ochenta personas. Entre ellos, un hombre vestido de forma extravagante, se llevó a todos nuestros voluntarios. Algunos de ellos, más radicales, se asustaron tanto que se fueron directamente…” 

El hombre frunció el ceño: “Parece que vinieron con el presidente de Concha Capital.” 

“Pensé lo mismo.” Marisol frunció el ceño. 

El hombre de repente puso la mano a la frente, la parte trasera de su mano estaba llena de cicatrices de heridas recientes, parecía que acababan de cicatrizar. 

“¿Te duele la cabeza otra vez?” Marisol se puso nerviosa de inmediato e intentó apoyarlo. 

El hombre esquívó su mano de manera instintiva, y la mano de Marisol quedó en el aire. 

“Iñaki…” parecía muy triste. 

Iñaki estaba pálido, dijo: “Dame un poco más de tiempo.” 

“Está bien, no voy a presionarte. Tenemos mucho tiempo, te esperaré hasta que te recuperes. “Ambos se pusieron a sonreír, Marisol tenía una sonrisa dulce e Iñaki una suave.