Tu Leti Ya Está Muerta Llámam Leticia Capítulo 1392

Capítulo 1392 

Cuando Toni y Dulcia se dieron cuenta, Astro estaba durmiendo boca arriba, mientras que el niño dormía a su lado. 

La mujer se asustó al ver eso. 

Recordó cuando él era pequeño, y ella lo llevaba a la cafeteria para comprar pastelitos. Una vez, una mujer pasó empujando a su perrito y Emilio tuvo una reacción alérgica severa, le costaba respirar. 

Inmediatamente, ella lo levantó, mientras que Toni levantó a Astro, que estaba durmiendo. 

“¿Estás bien, Emilio? No te asustes, vamos a casa para que tomes tu medicina para la alergia“, dijo la mujer, lista para llevárselo. 

“¡No puedes cargarme, Dulcia!“, exclamó el niño al despertar. “¡Estás embarazada!” 

Toni se recompuso y rápidamente fue a ayudarlo. 

Emilio, sin embargo, no entendía qué estaba pasando: “¿Qué sucede? ¿Por qué están tan nerviosos?” 

“Astro estaba durmiendo a tu lado, incluso tenía una pata encima tuyo“, dijo Dulcia, ansiosa. 

Emilio miró a Astro. 

El perrito parecía entender que había hecho algo malo, se echó en el suelo y comenzó a gemir débilmente. 

“Pero estoy bien“, Dijo levantando el brazo. No había rastro de ninguna reacción alérgica, ni dificultad para respirar. 

“¿De verdad estás bien?“, Preguntó asombrada. 

Ese día, Emilio ni siquiera había tocado al perrito. 

“Sí“, respondió Emilio, pensativo, mientras se acercabaja Astro, 

El perro movió su cola, retrocedió un poco y miró, a Dulcia y a Toni para ver su reacción. 

“Está bien, déjame tocarte“, dijo el pequeño, muy dulcemente. 

Astro dudó un momento, luego movió su pata, cerró sus ojos y su hocico se encontró con la palma de Emilio, quien le acarició suavemente la cabeza. 

Dulcia estaba a punto de tener un ataque de nervios. Pasaron uno, dos, tres, diez minutos… y él no tuvo ninguna reacción. 

Al día siguiente, lo llevó al hospital. Después de una serie de pruebas, descubrieron que ya no era alérgico a las cosas que antes le causaban reacciones. 

Así que ahora Astro iba a estar muy ocupado. No solo tenía que jugar con Yolanda, sino también con Emilio. 

Por la noche, el perro se tumbó en el suelo mientras Toni le daba una limpieza. No se movió ni un poco. 

“¿Esos dos son soldados especiales o qué? ¿Cómo es que tienen tan cansado a Astro?“, dijo Dulcia, riéndose. 

Leticia estaba muy contenta ese día. Casi nunca había visto a Emilio jugar tanto. 

¡Era como si su hijo hubiera roto sus cadenas y estuviera más suelto que nunca! 

“Por cierto, ¿ya les contaste sobre tu viaje?“, preguntó Dulcia, cambiando de tema. 

El proyecto del resort de lujo en la isla de Océano Sur se había estancado. Entre los residentes que aún quedaban, aparentemente había un agitador que estaba causando muchos problemas. 

Jaime Leandro ya no podía manejar la situación, así que ella tuvo que ir a ver qué estaba pasando. 

“No, se los diré mañana“. 

La joven planeaba estar fuera por una semana. 

Desde el incidente con Israel, no había dejado a sus hijos. Le preocupaba que se sintieran inseguros. 

“Podrás irte tranquila, Hazel y yo cuidaremos de ellos“, dijo Dulcia suavemente. “Si te extrañan mucho, los llevaré a verte el fin de semana“. 

Durante ese tiempo, ella había estado girando como un trompo. 

En cuanto al cuidado de Emilio y Yolanda, su preocupación no era nada comparado con la de Dulcia y Leira.