Tu Leti Ya Está Muerta Llámam Leticia Capítulo 1344

Capítulo 1344 

Leonardo agarró el objeto con cortesía y respondió: “Gracias, tio“. 

“¿Por qué estás tan apagado hoy?“. Dulcia le agarró la cara a Leonardo: “No te pongas así, si Leticia te ve así, le va a doler más, tienes que estar fuerte“. 

Leonardo miró hacia el otro lado del lago: “Si ella estuviera triste, tal vez no me sentiría tan mal. Pero esos días se ha comportado demasiado normal y eso me inquieta más…” 

“No tienes de qué preocuparte. ¡Leticia es la más fuerte!“, afirmó Dulcia con convicción. 

Durante todos esos años, Dulcia nunca la había visto derrumbarse. ¡Ni antes ni en ese momento! 

Leonardo miró a Dulcia y murmuró: “¿Sabes lo que hubiera pasado si Joker no hubiera llegado a tiempo aquel día?“. 

Dulcia se quedó paralizada, sintiendo un repentino nudo en el estómago. “¿Qué hubiera pasado?” 

“Basta, ya paso, no hablemos más de eso“. Hazel interrumpió la conversación, pero ella no tenía intención de dejarlo ahí. 

“¿Qué viste?“, le preguntó en voz baja. “¿Leticia quería morir con Israel?“. 

Dulcia se puso pálida al decir eso. Miró rápidamente a su alrededor, temiendo que los niños o Leira la oyeran. Leonardo no respondió, su silencio era como una afirmación. Luego dijo: “¿Cómo quieres que no esté ansioso? ¿Cómo quieres que no tenga miedo?“. 

La vida es tan frágil. Terminarla era demasiado fácil. Cortarse las venas, tomar pastillas, caer desde un lugar alto, ahogarte, todo eso sucedía en un instante. 

“Entiendo“. El corazón de Dulcia comenzó a latir con fuerza. 

Durante todos esos días, nunca le había preguntado a Leticia qué había pasado exactamente aquel día. Cómo logró escapar, por qué Israel no lo hizo, todas estas preguntas tenían respuesta en su mente. Israel no pudo escapar porque algo le impedía moverse, si Joker no hubiera llegado a tiempo, Leticia se habría ido de este mundo con Israel, dirigió su mirada a Leticia, que estaba alimentando a los peces con su hijo junto al lago. 

¿Qué tan profundo sería el lago? 

El corazón le latía a mil por hora y corrió hacia allí. Los peces se asustaron con los pasos apresurados y nadaron rápidamente lejos de ellos. 

“Ay, ya les dije que pasaran tiempo con sus padres, yo estoy bien“. Leticia miró a Dulcia y dijo resignada! 

“¡Quiero ver a Emilio!“. Dulcia se esforzó por calmarse, se agachó y besó la mejilla de Emilio, él parecía resignado, se limpió la mejilla suavemente y le deseó: “Feliz Navidad“. 

“¡Por supuesto!“, contestó Dulcia con una sonrisa. 

Pero no pudo evitar mirar a Leticia. No podía imaginarse cómo sería la situación si Leticia realmente hubiera acabado con su vida junto a Israel. 

¿Qué pasaría con Leira? ¿Y con Emilio y Yolanda? ¿Y con ella y Leonardo? 

Mientras pensaba en esto, Dulcia sintió un fuerte malestar en el estómago, no pudo resistirse y se giró para vomitar.