Tu Leti Ya Está Muerta Llámam Leticia Capítulo 1098

Capítulo 1098 

“No hace falta.” Toni le dio unas palmaditas en el hombro con una sonrisa, “Vayan y hagan sus cosas, mañana estaré en contacto con ustedes.” 

Toni era firme con sus decisiones que nadie podia detenerlo. 

Miguel estaba esperando afuera del edificio, tan pronto como vio a Toni salir, se acercó inmediatamente, intentando tomar algo de sus manos, “Toni, yo lo tomo!” 

“No hace falta.” Toni esquivó la mano de Miguel, “¿Y tú quien eres?” 

“Yo…” Miguel ciertamente no podía decir que él y el jefe eran familia, “Soy tu subordinado!” 

Toni se quedó perplejo, “¿Tengo subordinados?” 

“Por supuesto, todos lo somos!” Dijo Miguel y luego agregó preocupado, “Jefe, ¿no recuerdas nada?” 

Toni asintió y luego se dirigió hacia Leticia e Israel. 

“¿Podemos irnos?” Preguntó Leticia 

“Si Asintió Toni. 

Antes de subir al auto, Toni miró el pueblo donde había estado viviendo durante mucho tiempo y luego subió al auto sin decir una palabra. 

En el auto, Leticia se enteró de cómo Toni había sido rescatado y cómo se le había llevado de vuelta al país. 

“No es de extrañar que contratáramos a tantos mercenarios y no pudimos encontrarte en ningún lado.” Dijo Leticia. 

Toni parecía preocupado de que Leticia guardara rencor hacia los marineros que lo habían rescatado.. 

“Ellos querían dejarme en un muelle de la ciudad cercana, pero temían que quienes me persiguieran me encontraran, así que me llevaron de vuelta.” 

“No te preocupes, ellos son las personas que te salvaron la vida, también son nuestros héroes. Los trataré bien, no les haré daño.” Leticia entendió las preocupaciones de Toni e inmediatamente le prometió. 

“Eso es bueno.” Toni asintió. 

Aún estaba un poco tenso y luego se quedó en silencio, Leticia también se calló. 

Cuando el auto entró en la comunidad, Toni miro por la ventana del auto. 

“¿No reconoces nada?” Preguntó Leticia. 

Toni nego con la cabeza. 

“No importa, ya he reservado un médico, te llevaré a verlo mañana. Definitivamente encontraremos una manera de ayudarte a recuperar la memoria.” 

Leticia hizo una pausa y luego continuó. 

Incluso si no puedes recuperar tus recuerdos, no importa.” 

El auto se detuvo en el garaje. 

Israel bajó del auto y ayudó a Leticia a abrir la puerta. Toni también bajó del auto por la otra puerta 

Miró a su alrededor y antes de que pudiera recordar algo, escuchó la voz de una niña que gritaba con un sollozo, “¡Toni!” 

Toni se quedó atónito y se dio la vuelta de inmediato. 

Vio a una niña pequeña corriendo rápidamente por las escaleras. 

Instintivamente, Toni se puso nervioso. 

“Des despacio!” 

Dijo y se apresuró a acercarse, atrapando de manera segura a la niña que se le abalanzaba 

La niña lloraba y se aferraba a su cuello, “¿Dónde has estado? ¿Dónde has estado?” 

Mientras lloraba, ella lo acusaba. 

“Yo yo.” Toni parecia muy nervioso, vaciló un momento, “¿Yolanda?” 

Yolanda soltó el cuello de Toni mientras lloraba 

Lo miró con lágrimas en los ojos, luego miró desconcertada a Leticia, “Mamá, ¿Toni no me recuerda?” 

Israel se acercó, intentó tomar a Yolanda del regazo de Toni, pero ella se aferraba al cuello de Toniy no soltaba.