Tu Leti Ya Está Muerta Llámam Leticia Capítulo 1079

Capítulo 1079 

Dulcia, después de descansar tres días por insistencia de Nina, fue llevada directamente con la familia Soler, donde fue cuidada durante otros tres días. Antes de irse, Nina tomó la mano de Dulcia y le dijo con seriedad y afecto “Dulcia, si me extrañas, vuelve aquí. No estés triste sola, ¿entiendes?” 

Dulcia, con lágrimas en los ojos, abrazó a Nina suavemente: “Entiendo, gracias.” 

Nina acarició su espalda y luego dijo de repente: “Por supuesto, seria aun mejor si pudieras traer contigo al niño de la familia Herrera.” 

La mayor pena de Nina esta vez fue no haber podido traer al niño. 

Dulcia sonrió inmediatamente: “Haré todo lo posible!” 

“Eres una buena chica!” 

Brayan y su hijo Hazel estaban de pie frente a un carro no muy lejos. 

“¿Estás triste?” Preguntó Brayan. 

Hazel miró a su padre: “¿Eh?” 

“Desde que te casaste… no, para ser más preciso, desde que trajiste a tu esposa, tu madre ha olvidado que tiene un hijo.” Dijo Brayan seriamente, “¿Estás triste?” 

Hazel se dio cuenta. 

“No me importa… ¿estás satisfecho?” 

“Deja de hacerse el valiente.” Brayan miró a Hazel, “Acaba de fallecer un pariente de tu esposa, no pueden tener hijos por ahora y no puedes descuidar de tu salud, es un trabajo a largo plazo.” 

“Papá…” 

Hazel no pudo terminar. 

Brayan levantó la mano para interrumpir: “Hazel, no es que te esté presionando, es solo que no quiero que sufras lo que yo sufri.” 

Dulcia y Nina terminaron de hablar y se acercaron, viendo a padre e hijo discutiendo algo serio, disminuyeron el paso. 

“Está bien, pueden irse.” Dijo Brayan. 

En el camino a casa. 

Dulcia mencionó al acreedor de Guillermo. 

“Es sorprendente que ninguno me haya llamado.” 

Los dedos de Hazel golpearon el volante: “Originalmente pensaba esperar a llegar a casa y encontrar un momento para decírtelo.” 

“¿Eh?” Dulcia se sentó derecha, “¡No me digas que pagaste mi deuda, me enfadaría!” 

Hazel se rio: “Sí, la pagué, pero con el dinero de Guillermo.” 

“¿No perdió todo su dinero? ¿De dónde…” Dulcia es inteligente y se dio cuenta antes de terminar la frase. 

Hazel asintió, “Ya lo he calculado, después de descontar todos los gastos y la deuda que debía, el dinero restante debería ser suficiente para pagarte.” 

“¿Cuándo empezaste a prepararte?” Preguntó Dulcia, asombrada. 

Hazel pensó un momento. 

“Poco después de que nos casamos.” 

“¿Ya preveías que Guillermo iba a huir?” 

“Al principio, solo pensé que había algo mal con su carácter, así que revisé el estado de su negocio y descubrí que los ingresos de su compañía en los últimos años dependían principalmente de tus relaciones. Justo en ese momento, cortaste contacto con ellos, por lo que era solo cuestión de tiempo que su negocio colapsara. Temía que el problema de la deuda te afectara, así que tan pronto como noté que Guillermo comenzaba a transferir sus activos, tuve este plan.” 

“¡Eres increíble, mi amor!” 

Dulcia estaba emocionada. 

“Así que no tienes que preocuparte más por los asuntos de la familia Escobar, en el futuro, no encontrarás a gente como esa.” Dijo Hazel con ternura. 

Dulcia lo miró y asintió suavemente. 

El sol del verano era hermoso. 

Desde el día en que se encontró el cuerpo de Linda, Dulcia no había estado tan relajada en mucho tiempo.