Capítulo 1076
En el funeral de Linda, todo la familia Soler vino.
El matrimonio de Nina y Brayan, así como los dos hijos mayores de la familia Escobar también vinieron.
Leira también asistió al funeral.
Leticia e Israel, como familiares del difunto, también asistieron al funeral.
Todas las personas que habían tenido tratos comerciales con Dulcia, se presentaron.
La familia de Nieve, también vino.
Y Juan.
Y el hipnotizador.
Fue un evento muy espectacular.
El caso de Linda atrajo mucha atención en todo el país.
Muchos medios de comunicación estaban esperando fuera de la funeraria para informar.
Las fotos de estos personajes importantes fueron subidas a la red por los medios de comunicación al instante.
Los internautas empezaron a debatir intensamente sobre este suceso y sobre las personas involucradas.
Pero Dulcia no tenía ni idea del alboroto en internet.
Después de agradecer a los invitados, Hazel la llevó a descansar.
Cuando estaba sentada en el sofá, perdida en sus pensamientos, llegó Yolanda.
“Mi niña, ¿qué pasa?”
Yolanda no dijo nada, se subió al regazo de Dulcia y la abrazó: “Necesitas un abrazo.”
Dulcia se sintió muy conmovida, cerró los ojos y acarició suavemente la espalda de Yolanda.
“Mi amor, estoy bien, no te preocupes.”
“Mmm!” Yolanda asintió, pero no soltó su abrazo.
Para ser honesta, este abrazo tierno de Yolanda realmente la hizo sentir cómoda.
Abrazó a Yolanda y, sin darse cuenta, se quedó dormida un rato.
En sus sueños, parecía haber vuelto a los días de antes.
En aquel entonces, la casa era nueva, papá todavía estaba aquí, mamá no se había ido aún.
Después de mucha reflexión, Dulcia decidió ubicar la tumba de Linda en una colina, aunque no estaba junto a la de su padre, no estaba muy lejos.
El día del funeral, una fina lluvia caía del cielo.
Dulcia estaba parada frente a la nueva lápida, detrás de ella, Hazel sostenía un paraguas.
Permaneció en silencio durante mucho tiempo..
Hazel no la apuró, simplemente se quedó en silencio a su lado.
No fue hasta que el celular en el bolsillo de Dulcia comenzó a vibrar que volvió a la realidad.