Tu Leti Ya Está Muerta Llámam Leticia Capítulo 1032

Capítulo 1032 

“Abuelita, Yolanda insistió en ayudarte Leticia do con una sonrisa calida 

La abuela Mendez pensaba en rechazaria, pero también queria preguntarle algunas cosas a Leticia, asi que las dejó quedarse. 

“No me atrevi a preguntarle a Hazel”, preguntó la abuela Mendez mientras preparaba la comida. “Fue un accidente?”. 

“Probablemente no Leticia respondió sinceramente 

“¿Todos espechan de Guillermo? La abuela Méndez pregunto de nuevo. 

Leticia sinó una vez más 

La abuela Mendez suspiro profundamente: “Hay algo que quería decir hace mucho tiempo, pero no me esperaba que Linda también pasara por lo que pasó esa niña,.” 

“¿Qué cosa?” 

“No lo supe hasta más tarde.” La abuela Méndez respondió seriamente. “Guillermo también era de nuestra universidad, pero no de mi departamento. Hubo un incidente hace años, una estudiante murió en el lago detrás de la universidad. Encontraron su nota de suicidio en la escena, decía que habla roto con su novio y habla perdido el coraje para seguir viviendo, asi que se lanzó al lago. Ya sabes, en aquellos días, no había cámaras de seguridad, asi que el incidente fue considerado un suicidio. 

“Enovio de esta chica era Guillermo?” Leticia funció el ceri 

La abuela Méndez asintió: “Cuando supe de esto, Linda y Guillermo llevaban varios años casados. Un profesor que habla enseñado a Guillermo vio una foto de el con Dulcia y me preguntó al respecto. Cuando escuchó que mi ex nuera se habla casado con él, se asustó y me contó lo que habia pasado, incluyendo el suicidio de su ex esposa.” 

“¿Cómo era la situación familiar de la estudiante que se suicidó?” Leticia preguntó casi sin pensarlo. 

La abuela Méndez nego con la cabeza: “No era buena, pero escuché que antes de morir, habla pedido prestado mucho dinero. Guillermo no admitió que el dinero era para él, pero muchos compañeros de clase sabían que ese dinero se lo había dado a Guillermo. Al final, la mayoría del dinero tuvo que ser devuelto por la familia de la chica. En ese momento, Guillermo ya estaba saliendo con su futura esposa.” 

“Definitivamente es un delincuente habitual.” 

Leticia habló en voz baja. 

“También pienso lo mismo. Originalmente, quería contarle todo esto a Linda pero cuando solo le adverti de tener cuidado con Guillermo, se enfado. Penso que yo no podía superar su matrimonio con mi hijo y que queria arruinar su relación con Guillermo. Desde entonces, hemos tenido menos contacto. 

“Abuela, no debes sentirte culpable porque no pudiste advertirle a tiempo. Leticia entendió lo que quería decir. “Viendo cómo es ella, incluso si supiera que Guillermo ha matado a dos mujeres, no lo dejaría. Probablemente, encontraría un montón de excusas, diciendo que las dos mujeres tenian la culpa, defendiendo a Guillermo.” 

Leticia pensé, desde el fondo de su corazón, Linda habría sido capaz de hacer algo tan absurdo 

“Chiquilla, me gusta hablar contigo.” La abuela Méndez sonrió con cariño y le dio una palmadita en la mano a Leticia 

Cocino dos platos. 

Hizo una sopa deliciosa, y preparó unas empanadas de jamón y queso 

Dijo que estos eran los platos favoritos de Dulcia cuando era pequeña 

Cuando Dulcia estaba estudiando en otra ciudad, a menudo quería la comida de su abuela en mitad de la noche y la llamaba llorando. 

La abuela Mendez pensó que esto podria consolaria. 

Dulcia acababa de dormir un rato cuando sintió que alguien estaba a su lado, 

Al principio penso que era Hazel, pero pronto olió el aroma familiar de su abuela. 

Inmediatamente se volvió para mine. 

La abuela Méndez estaba sentada al lado de su cama, sonriendo dulcemente: “Dulcią, te despertaste.” 

“Abuela? 

Cuando Dulcia empezó a hablar, su voz sonaba un poco ronca. 

Luego, como de inmediato hacia su abuela y llorando, preguntó: “¿Cómo es que estás aquí?” 

“Sentique Dulcia me extrañaba, por eso vine dijo la abuela Méndez, acariciando la cabeza de Dulcia. “Cariño, cocinétu comida favorita, incluso hice empanadas de jamón y queso, ¿quieres comer algo?” 

Un rato después. 

Dulcia se habla instalado en la sala de estar 

Hazel estaba ajetreado, preparando la comida para ella 

La abuela Méndez la observaba y, en voz baja, le dijo a Dulcia: “Hazel es un buen chico: 

Dulcia, con los ojos llorosos, asintió al ver la figura de Hazel. 

Estos últimos dias, si Hazel no hubiera estado a su lado, no sabría cuantas veces se habría desmoronado.