Capítulo 274 Qué imbécil
¡ESTALLIDO!
Cerró la puerta detrás de él. “¿Qué te pasa, Adrien?” Adán gritó.
“¿Adán?” Adrien se sorprendió por la vejación de su hermano. “¿Tuviste un mal día o algo así?”
“Estoy a punto de irme a dormir pero solo tienes que llamarme a esta hora.”
“¿Dormir?” Adrien estaba estupefacto. ¿Hoy era el Día Internacional de Acostarse Temprano?
A Adrien no podría importarle menos. Él tenía su prioridad. “Adán, Abel se llevó a los trillizos”.
Adam procesó esa información. “¿Entonces? ¿A quién le importa quién los cría?
“¡Pero ellos son mis hijos! Debería criarlos”, gritó Adrien.
Dentro de la mente de Adam, una vez que se ejecutara el plan, Abel sería despedido del Grupo Ryker y tendría derecho exclusivo sobre Emmeline. Cuando eso sucediera, Adam se desharía de los trillizos. Por eso no se preocupaba por su bienestar. Sin embargo, todavía necesitaba que Adrien estuviera de su lado ahora. Si su plan fallaba, Adam persuadiría a Adrien para que recuperara a Emmeline. Era el plan de contingencia porque Adam no podía revelar su verdadera identidad ahora.
Para asegurarse de que su plan de contingencia siguiera cumpliendo, Adam se obligó a ser paciente. “Mirar. Cuando sigas mi plan y rescates a Emmaline pasado mañana, esos tres niños te aclamarán como el héroe, ¿no? Te elegirán a ti sobre Abel”.
Adrien no pudo encontrar ninguna falla en esa lógica. “¡Pero Adán! Recuerda decirle a la gente del Palacio Imperial que sea fácil conmigo. Sabes que no puedo pelear.
“Sí Sí. Coge tu capa y quédate ahí como un héroe.
“Está bien.” Eso fue suficiente para tranquilizar a Adrien. Luego colgó.
“Qué imbécil”, se rió Adam de su teléfono. “¿Por qué te entregaría a Emmeline una vez que Abel está fuera de escena? ¿Qué tan tonto eres, Adrien?
El día de la subasta. 18:00
Abel y Benjamin tuvieron un entrenamiento simulado con los 12 guardias en la mañana. Dos de ellos eran francotiradores, mientras que al resto se les dio un rifle de asalto. Se pusieron un chaleco antibalas antes de continuar con sus actividades habituales. Sin embargo, un informante que Abel plantó en el Palacio Imperial informó que se tomarían medidas de seguridad adicionales para la subasta. Todos tuvieron que pasar por un control de seguridad armados con sensores infrarrojos. Eso significaba que se detectarían armas de fuego.
Las expresiones de Abel y Benjamin se volvieron sombrías ante la noticia. Parecía que sus enemigos esperaban que vinieran. Y los enemigos habían tomado todas las precauciones necesarias para evitar que vinieran. Por el momento, Abel y Benjamin enfrentaban un problema. ¿Cómo se suponía que llevarían las armas adentro?