Te regalo toda una vida de amor Capítulo 3

Te regalo toda una vida de amor Capítulo 3

Nicolás estaba tan molesto que de inmediato cortó la llamada.

De pronto, me encontré cara a cara con la persona que había querido ver desde hace mucho tiempo: María Huerta. Nadie más ni nadie menos que la mujer que Nicolás tenía en su corazón. En el momento en que la miré le dediqué una pequeña sonrisa y decidí pasar de largo cuando de repente, ella me llamó.

—¿Imagino que es la señora Ferreiro? —sonrió.

Me detuve de inmediato y la miré por el rabillo del ojo.

—¿Sucede algo?

—¿Cómo se siente ser la señora Ferreiro?

Obviamente María quería provocarme. Ahora que la miraba bien, me di cuenta de lo delicados que eran sus rasgos faciales, y solo llevaba un labial rojo en los labios. Para proteger su exquisito y maravilloso cuerpo del frío invernal estaba usando un fino y largo vestido de satín con un abrigo blanco encima. Tenía que admitir que era una mujer preciosa a la vista, así que entendía por qué Nicolás estaba tan enamorado de ella. Mi mirada se estaba tornando fea mientras miraba a mi rival en el amor; al principio mi plan era ignorarla, pero María de repente dijo con sarcasmo:

—¿Cómo puedes estar tan tranquila luego de haber tomado el puesto que me pertenecía? ¿Acaso Nicolás te ama? ¿Te susurra palabras tiernas y dulces al oído? ¿Cocina para ti? ¿Te compra obsequios durante cada celebración? Claro que no, ¿verdad? ¡Nicolás jamás haría algo así para ti, Regina! ¡Solamente utilizaste tu poder como heredera de la familia Esquivel para quitarme mi derecho de convertirme en la señora Ferreiro!

Mi corazón se rompió con cada palabra que había pronunciado, estaba segura de que todas esas cosas que me había dicho ella las hizo con Nicolás; mentiría si no dijera que estaba celosa, pero ¿qué beneficio obtendría de los absurdos celos? Lo que en realidad me molestaba es que no me respetara como miembro de la familia Ferreiro.

—¿Y qué hay de ti? Te di una oportunidad hace tres años y no la aprovechaste, así que no me vengas con esos cuentos solo porque no te sientes satisfecha con los resultados. Te recuerdo que oficialmente yo soy la señora Ferreiro y tal vez tengas razón, utilicé mi poder como miembro de los Esquivel para mantener a Nicolás dentro del matrimonio, pero tú… —Yo jamás me había dejado intimidar por los demás, ni sería capaz de abandonar mis principios para lastimar a otros, pero no la dejaría ir tan fácilmente luego de lo que me dijo. Era estúpidamente asombroso como alguien como yo se había dejado pisotear hasta por Nicolás durante tres largos años; así que continué con amargura—: Tú no tienes nada. Yo al menos tenía dinero que ofrecerles a los Ferreiro, pero tú ni siquiera tienes poder, ¿en verdad crees que serías capaz de pertenecer a la familia Ferreiro?

María palideció luego de escuchar mis duras palabras. Se miraba tan lamentable con sus ojos lagrimosos que cualquier hombre caería directo en sus brazos.

—Deja de comportarte como una mujer miserable, puede que Nicolás caiga en tus trucos, ¡pero yo no! —agregué.

Tan pronto como esas palabras salieron de mi boca, apareció una figura frente a María, este hombre parecía protegerla de mí. Nicolás llevaba un abrigo negro que lo hizo lucir todavía más inaccesible de lo que ya era. En ese momento, el hombre permaneció de pie frente a ella cubriéndola con su torso fuerte, mientras me miraba directo a los ojos con una mirada amenazante y el ceño fruncido.

Estaba segura de que escuchó todo lo que le dije a María, sin embargo, siendo él alguien que rara vez perdía la compostura, solo entrecerró los ojos y preguntó sin emoción:

—¿Qué estás haciendo aquí?

—Me iba a encontrar con una amiga, ¿por qué? —Luego miré a la mujer detrás de él y pregunté con desprecio—: Nicolás, ¿te estás viendo con tu exnovia a mis espaldas?

De inmediato su expresión se ensombreció cuando escuchó que me refería a María como su exnovia. Entonces me dio una orden:

—Vete y regresa al chalé, te veo ahí esta noche.

No me gustaba la manera en que lo había dicho porque me hacía sentir que me estaba haciendo un favor con su presencia. ¿En verdad me había convertido en una persona tan lamentable? Lo peor es que lo había dicho frente a su ex. Me reí para mis adentros y le dije:

—Claro, me iré a casa. Pero déjame te recuerdo una cosa, puede que ella no me interese, sin embargo, no olvides lo que piensa tu padre.

Nicolás se quedó en silencio, pero María de inmediato caminó hacia mí y me tomó de la cintura al tiempo que trataba ganarse mi simpatía.

—Señorita Esquivel, esto es un malentendido…

Nunca me había sentido cómoda al ser tocada por otras personas, así que de manera inconsciente alejé su mano de mi cuerpo, sin embargo, Nicolás creyó que estaba a punto de golpearla porque de inmediato la alejó de mí y ella cayó entre sus brazos. Su movimiento había sido tan fuerte que yo me caí al suelo por inercia y golpeé mi mejilla contra el frío suelo.

Quedé sorprendida cuando levanté la mirada y me encontré con Nicolás dándole unas leves palmadas en la espalda a la mujer para reconfortarla.

—Todo está bien, María —dijo él.

¿Le acaba de decir que todo está bien? ¡Pero claro que para ella todo estaba perfecto! ¡¿Qué demonios creía que podría pasarle a esa mujer?!

Presioné una de mis manos contra mi mejilla dolorida y me reí en voz alta; no había nada más que pudiera hacer que reír como una desquiciada.

Cuando Nicolás me escuchó, me preguntó con frialdad:

—¿Por qué te estás riendo?

—Nicolás, me lastimé —enuncié cada palabra con claridad.

Nicolás parecía sorprendido al notar la calma en mi voz, pero tan pronto como lo notó, miró a su asistente y le dijo que me llevará al hospital, luego, él y María se fueron, pero yo alcancé a ver la sonrisa de satisfacción que la mujer llevaba en su rostro. En eso, el asistente de Nicolás me ayudó a ponerme de pie y me dijo que me llevaría al hospital, pero me negué de inmediato y conduje sola de regreso al chalé; al llegar entré al cuarto de baño y preparé la tina con agua caliente.

El dolor en mi rostro era intenso, pero al mismo tiempo parecía que no podía sentir nada más, incluso me comencé a rascar la herida con mis uñas afiladas. Me enfurecía que Nicolás fuera tan bueno con ella ya que solo me hacía sentir patética. Durante todo ese rato en el baño mantuve los ojos cerrados con dureza mientras pensaba en mi realidad; posteriormente me enderecé y llené un acuerdo de divorcio para luego firmarlo y lo metí en unos de los cajones de mi habitación.

Estuve pensando por un rato y decidí bajar a la cocina para prepararme algo de comer, después fui a la sala de estar para esperar a Nicolás, quien me había dicho que estaría en casa esa noche, y confiaba en él, ya que no era alguien que rompía sus promesas.

Eran las 3 de la madrugada cuando escuché ruidos viniendo de afuera y mientras miraba hacia la entrada del chalé, alcancé a ver cómo Nicolás buscaba el encendedor de la luz, el cual eventualmente encendió y se dirigió hasta la sala de estar; noté que se sorprendió cuando me miró sentada en el sofá.

—¿Todavía no estás dormida? —preguntó.

Era raro porque él no solía dirigirse a mí primero. Me acerqué a él, tomé su abrigo y lo colgué, pero de inmediato fui capaz de percibir la fragancia de María.

—Nicolás, no he cenado —le informé con tranquilidad.

La realidad es que, sin importar lo mal que me tratara, yo jamás había perdido los estribos y al final siempre le hablaba con calma, sobre todo porque no era capaz de ser cruel con el Nicolás que en algún momento fue amable conmigo. Incluso aunque ya no fuera la misma persona de antes, no podía ser así con él.

Nicolás se quedó en su lugar durante un segundo y me miró de pies a cabeza hasta que se detuvo en mis ojos y me miró con frialdad.

—Regina, te has comportado muy rara desde ayer —dijo.

—Nicolás, hay algo que tengo que decirte.

 

Si encuentra algún error (enlaces rotos, contenido no estándar, etc.), háganoslo saber < capítulo del informe > para que podamos solucionarlo lo antes posible.
Te regalo toda una vida de amor (Nicolás Ferreiro)

Te regalo toda una vida de amor (Nicolás Ferreiro)

Score 9.2
Status: Ongoing Type: Author: Artist: Released: June, 6, 2023 Native Language: Spanish
Content
  • Te regalo toda una vida de amor (Nicolás Ferreiro)
En secreto, estuve enamorada de Nicolás Ferreiro durante nueve años e incluso cuando era adolescente, solía seguirlo a todos los lados. Cuando crecí, acepté convertirme en su esposa, sin embargo, en nuestra relación nunca hubo amor o piedad, ni siquiera cuando le pedí el divorcio y puse la influencia de mi familia en juego, cambió su trato hacia mí. Para mi mala suerte, él tampoco recordaba a aquella niña temerosa y precavida que lo seguía. Así que, tuve que divorciarme para comprender que durante todo ese tiempo, mi amor por él no era correspondido, porque la persona a la que en realidad había amado de aquí a la luna, jamás fue él; al parecer, estuve equivocada desde un principio.

Comment

Leave a Reply

Your email address will not be published. Required fields are marked *

Options

not work with dark mode
Reset